Sábado 8 de Febrero de 2025 | Aguascalientes.
nacionales

La inmutabilidad habla por Gabriel Alejandro

Agencia Reforma | 15/03/2024 | 09:04

Si a la inmutabilidad se le tuviera que poner rostro, ese sería el de Gabriel Alejandro.
 
Ya sin la estridencia de su playera de una banda de metal, ayer el joven tomó asiento en la sala 14 de los juzgados de Puente Grande, vestido con un uniforme naranja. Nada parecía afectarle.
 
Cuando el juez le preguntó si quería expresar algo, sólo dijo palabras de hielo: "no", "nada".
 
Como si fuera un delito hacer lo contrario, sólo se movió tres veces para escuchar a su abogado durante tres horas.
 
Al otro lado de la sala, Rodolfo Pérez, esposo de Blanca Lilia, una de las víctimas mortales del doble asesinato al interior de la UTEG Olímpica, lo miró varias veces sin gesticular tampoco. Ya lo había visto en una audiencia previa.
 
Entonces los fiscales expusieron sus argumentos:
 
- Había un dictamen que hablaba de la falta de empatía de Gabriel Alejandro y de la peligrosidad que representaba.
 
- Tomó ventaja de las condiciones de fuerza física inferiores de las víctimas e incluso estudió los movimientos de la universidad días antes.
 
- Un dictamen psicológico que le habían practicado también estableció que tomaba antidepresivos, pero que sabía y comprendía lo que había hecho.
 
- Se tomaron en cuenta las publicaciones en Facebook que hizo el joven, en donde aparece armado y hasta anunció el ataque que realizaría.
 
La defensa, por su parte, intentó hacerle ver al juez que no hubo cuestiones de género en los asesinatos de Blanca Lilia y Ana Gabriela, que fueron homicidios dolosos. En el caso de Diego Aurelio, el sobreviviente, expusieron que estaban ante un tema de lesiones dolosas y no un homicidio calificado en grado de tentativa. La estrategia no funcionó.
 
El juez le dio la razón momentánea a los agentes y vio la necesidad de extender la prisión preventiva que había impuesto previamente a un año, por feminicidio y tentativa de homicidio.
 
Gabriel Alejandro tampoco reaccionó a eso. Semejaba un objeto más en el lugar, que una persona.
 
Tan pronto terminó la audiencia, el policía que estuvo a sus espaldas lo sacó de la sala y lo esposó para llevarlo a su celda, todo sin sobresaltos.
 
"Quedo conforme, ya se le vinculó a proceso, entonces ya nada más es esperar a que se concluyan las investigaciones", dijo Rodolfo.
 
"Los resultados (del dictamen psicológico) arrojaron que es una persona sociópata, que no tiene arrepentimiento de lo que hizo y que es un peligro para la sociedad".
 
El hombre prefirió guardarse las cosas que le hubiera querido decir.
 
"(Gabriel) ya había asistido a la universidad, ya sabía que en esa universidad había poca seguridad, en ese plantel principalmente, y que en ese espacio (del ataque) había puras mujeres", expresó Rodolfo.
 
A Gabriel le espera otra audiencia por el asesinato de Mónica, que ocurrió en un motel. Le esperan más dictámenes y acusaciones de la Fiscalía. Todo lo enfrenta solo, pues ningún familiar lo ha visitado en Puente Grande. Pero parece que eso tampoco le perturba.