El mundo está lleno de maravillas naturales que no dejan de sorprender. Entre manantiales, selvas tropicales y fauna marina, en cada detalle que compone al mundo natural se puede encontrar algo de magia.
Uno de los elementos naturales más impactantes sobre la tierra son los volcanes. Volcán viene del latín Vulcanus, nombre del Dios del fuego para los romanos. Estas grandes estructuras de roca se encuentran, la mayoría de las veces, al borde de fallas geológicas, donde chocan las placas tectónicas. No obstante, también pueden surgir en medio de éstas, lo que se conoce como puntos calientes.
Hay volcanes de varios tipos: activos, dormidos o extintos. Algunos de los más impresionante se caracterizan por su gran tamaño, como el Kilauea, en Hawái, el cual está activo desde 1983 causando grandes daños en la región; el Mauna Loa, igual en Hawái, considerando el volcán más grande del mundo con una altitud de cuatro mil metros sobre el lecho marino. Incluso, éste es considerado como uno de los más grandes del sistema solar.
También destacan el Monte Fuji, en Japón, el Monte Bromo en Indonesia, el Krakatoa del mismo país o el Kilimanjaro en Tanzania.
Por su parte, en México también se cuenta con una gran cantidad de volcanes cuyo origen se debe al choque entre las placas tectónicas de Rivera y Cocos, frente a la placa de Norteamérica. Estas grandes formaciones geológicas se encuentran dentro de lo que se conoce como Sistema Volcánico Transversal, que aglutina a una gran cantidad de formaciones geológicas.
Entre los más famosos en México se encuentra el Popocatépetl, La Malinche, el Nevado de Toluca, El Paricutín, el Pico de Orizaba o el Volcán de Fuego en Colima.
Sin embargo, uno de los que destacan entre todos los demás, al tiempo que se encuentra oculto por su pequeño tamaño, es el Cuexcomate: el volcán más pequeño del mundo, ubicado en Puebla.
El Cuexcomate es una formación geológica que se especula fue creada tras una erupción del Popocatépetl, provocando la circulación de magma en la zona, hacia el año 1064. No obstante, diversas investigaciones en la región afirman que la formación podría tener más de seis mil años.
Se trata de una pequeña roca, más parecida a un monolito, de 13 metros de altura con un diámetro de 23 metros. Su cráter tiene un radio de cuatro metros.
Cuexcomate viene del náhuatl, cuyo significado es “olla de barro o lugar para guardar”. Se cree que su formación se dio por el brote de agua sulfhídrica y lava volcánica en la era Mesozoica.
El volcán es en realidad un geiser, la cual sí es una abertura de origen volcánico, pero en lugar de hacer emanar lava, de ella salen gases y vapores de agua de forma intermitente. Incluso, cuenta con un yacimiento de aguas cristalinas en su interior y sus paredes son de piedra caliza de la ha emergido flora antigua, como musgos, principalmente.
El agua que nutre el yacimiento proviene de ríos subterráneos que cruzan la región poblana, como Cholula y Atlixco. Su líquido no se queda ahí, pues cuenta con un sistema natural de circulación que atraviesa hasta el río Atoyac.
De acuerdo con las leyenda originada desde los primeros pobladores, los cholultecas, el Cuexcomate es el hijo del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl; esto luego de que, tras el primer encuentro entre ambos, el Popo hizo explotar su amor generando una erupción que dio origen al pequeño geiser.
Cuexcomate también es el nombre de la localidad que alberga al volcán más pequeño del mundo, en el estado de Puebla de Zaragoza. Este géiser inactivo se ubica en la plaza del municipio, en el zócalo de la junta auxiliar La Libertad, en dicha entidad.