Domingo 11 de Mayo de 2025 | Aguascalientes.
locales

Alzheimer, desafío de salud

Paola De La Rosa | Plano Informativo | 20/09/2023 | 18:26

San Luis Potosí, SLP.- La detección de síntomas tempranos como la pérdida de la memoria para recordar eventos recientes o recién aprendidos, problemas de concentración y confusión, ayuda al manejo del paciente.
 
 “El Alzheimer es un padecimiento degenerativo del cerebro que provoca el deterioro de la memoria, el pensamiento y conducta de quien la padece, se estima que en México un millón 300 mil personas tiene esta enfermedad, que no tiene cura y produce la muerte progresiva de neuronas”, explicó la doctora Miriam Jiménez, miembro de la Academia Mexicana de Neurología.
 
Información del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía  revela que la enfermedad afecta por igual a hombres y mujeres de edad avanzada, aproximadamente 10 por ciento mayores de 65 años y un 45 por ciento a mayores de 85 años, aunque ésta puede manifestarse en personas jóvenes.
 
La especialista explicó que “se trata de un padecimiento que no tiene cura, en el mundo los investigadores trabajan en explorar las causas que la producen, así como en encontrar alternativas médicas para retrasar el deterioro de estos pacientes que se manifiesta por la pérdida de la memoria hasta el punto de avanzar a perder la capacidad de responder al entorno, así como del deterioro físico que los puede incapacitar incluso de caminar, hablar y deglutir”.
 
TIPOS DE ALZHEIMER
 
 La doctora Jiménez señaló que existen dos tipos de Alzheimer: la de aparición temprana y la de aparición tardía.
 
“En la aparición temprana o familiar los signos se muestran por primera vez entre los 30 y 65 años de edad, es poco frecuente y se relaciona directamente con un tema hereditario; en el caso del Alzheimer de aparición tardía es la forma más común y se presenta en personas de 60 años en adelante, por lo que podemos decir que el envejecimiento no es más que un factor de riesgo, no necesariamente una condición para sufrir esta enfermedad”.
 
La vejez, predisposición genética, un estilo de vida poco saludable y sedentarismo son algunos de los factores de riesgo, sin embargo, “la detección de síntomas tempranos como la pérdida de la memoria para recordar eventos recientes o recién aprendidos, problemas de concentración y confusión; pueden ayudar a tener un manejo médico que permita controlar las alteraciones conductuales, aunque no a curarla”.
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que para 2030 en el mundo habrá 78 millones de personas con este padecimiento.