Viernes 9 de Mayo de 2025 | Aguascalientes.
autos y motos

Así puedes evitar colisiones traseras

C&D / Foto: Pixabay | 16/09/2023 | 13:36

Las maniobras marcha atrás tienen siempre una parte arriesgada, la de impactar contra algo que no hemos visto previamente. Si tienes problemas con ello, igual te vienen bien estos consejos.
 
Por mucho que queramos cuidar nuestro coche, sea más o menos nuevo, siempre llega el temido momento del primer arañazo o abolladura. Algo que suele ocurrir con más frecuencia durante las maniobras a baja velocidad, especialmente aquellas que realizamos marcha atrás.
 
Este tipo de percances, que pueden tener un sinfín de causas diferentes, ocasionan como hemos dicho daños menores pero que cada vez cuesta más reparar. Los precios de los talleres de carrocería no han parado de subir en los últimos años junto con los de los seguros de automóvil, ya que lo habitual sigue siendo reportar los daños a la aseguradora y asumir su sobrecoste 'en diferido'.
 
Si, por el contrario, decidimos no reparar, otro obstáculo a medio plazo puede ser la ITV, dado que los deterioros de la chapa que pudieran producir aristas cortantes para los peatones constituyen defectos graves, dando por tanto la inspección como desfavorable.
 
Por todo ello, y ya que la inmensa mayoría de estos impactos posteriores se originan a a partir de inocentes descuidos, quizá lo mejor sea evitarlos atajando estos últimos. Aquí es donde entran estos consejos publicados por el especialista británico de asistencia en carretera GEM Motoring Assist.
 
Maniobrar sin prisas
 
Al volante, la mejor arma para evitar problemas es la observación atenta. Esto también es válido a la hora de maniobrar, por lo que desde esta compañía británica aconsejan revisar la correcta orientación de todos los retrovisores (izquierdo, derecho y central) antes de emprender la marcha.
 
En segundo lugar, es muy conveniente familiarizarse cuanto antes con las medidas de nuestro automóvil. Para ello no hace falta andar con la cinta métrica en la mano sino tratar de memorizar, desde el puesto de conducción, dónde termina el vehículo por delante, por detrás y por cada lateral. Esto es importante ya que en cualquier momento podemos vernos obligados a pasar o estacionar en lugares más estrechos, cortos o bajos de lo acostumbrado.
 
Para evitar maniobras bruscas fruto de la ansiedad de las prisas cuando llegamos a nuestro destino, lo mejor es planear el recorrido con detalle antes de salir de casa. Una simple búsqueda en Google Maps puede darnos una idea certera de los mejores sitios para dejar el coche, sus medidas y sus alrededores.
 
Del mismo modo, antes de salir del estacionamiento aceleradamente, es aconsejable tomarnos nuestro tiempo para anticipar nuestros pensamientos a esa situación. ¿Hay otros vehículos cerca del nuestro, o muros, o columnas? ¿Cuánto habría que girar el volante para la salida? En este punto, si no estamos seguros de nuestras percepciones, conviene no 'hacerse el valiente' y pedir a nuestros acompañantes que nos ayuden a vigilar los obstáculos.
 
En dicha vigilancia deberemos incluir, con especial precaución, aquellos que por sus reducidas dimensiones queden fuera del campo de visión de los retrovisores como, por ejemplo, los clásicos 'bolardos' o los bordillos de las aceras.
 
Por último, si el coche cuenta con asistentes como los sensores de maniobra o la cámara de visión posterior, debemos asegurarnos de que los estamos utilizando correctamente y que entendemos sus avisos, tanto visuales como acústicos. Si sabemos aprovecharlos, es virtualmente posible que el vehículo concluya su vida útil sin un solo roce. Al menos, claro, causado por nuestra culpa.