Jorge Armendáriz Gallardo | 05/09/2023 | 08:16
La adelantada carrera presidencial que manera socarrona inicio el Presidente López Obrador, ya comenzó a dar sus primeros frutos.
Y no precisamente en su cancha.
El Frente Amplio por México (FAM) Alianza Nacional Opositora, que reúne a los partidos PAN, PRI y en duda PRD, para sacar a Morena de la Presidencia, anunció el pasado domingo que quien encabezará los trabajos de su organización, para las elecciones en 2024 (ósea su candidata) será Xóchitl Gálvez.
Cuyo apoyo ciudadano logro evitar la elección que se daría para este fin, apoyada con la declinación de sus contrincantes (Santiago Creel y Beatriz Paredes) logró una candidatura de unidad (un poco forzada, pero de unidad)
Iniciando ya su carrera a la Presidencia.
Si, Xóchitl Gálvez la misma que no figuraba en el menú de posibles candidatos a la Presidencia, pero que se hizo notoria y después viral gracias al mismo López Obrador, quien (en un desplante de soberbia) le negó en su conferencia “mañanera” el derecho de réplica que había sido respaldado, por un ordenamiento judicial en favor de la senadora Gálvez, que la puso no solo en el ojo del huracán, sino que gracias a la violencia que sufrió por parte del Presidente, paso de ser aspirante a la candidatura de la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de México, a ser la abanderada del FAM a la presidencia de la Republica, otro autogol de López Obrador.
Ante la ausencia de perfiles que ya habíamos comentado en pasadas entregas, situación que puso a López Obrador en la inmejorable zona de confort, para impulsar a su incondicional Claudia Sheinbaum, con poco arrastre publico pero con mucha lealtad a López Obrador, que es muy necesaria para que López Obrador haga real la prometida y mal llamada “Cuarta
Transformación”, que lo ha dejado muy mal parado ante los mexicanos, que esperábamos (me incluyo) un gran cambio histórico en este sexenio, mismo que no ha llegado, ni llegara antes del 2024.
Bueno ya no digamos que le ayude a logar la “Cuarta Trasformación”, si no al menos que le ayude a terminar las obras que quedaran inconcusas en su sexenio.
Por otro lado, Movimiento Ciudadano se “sigue poniendo sus moños” para decir si apoyara a Xóchitl o ira con candidato propio, sin saber que los ciudadanos ya pusieron sus ojos en Xóchitl.
El Grupo Jalisco de MC (el más articulado y con visión estadista) dibujo en 2018 un proyecto que en 2021 pondría a MC en altos porcentajes de votación, para llegar al 2024 con la posibilidad de llevar un candidato propio (Enrique Alfaro), al no logra esta meta (incluso en San Luis Potosí casi pierden el registro) ve muy lejana esta posibilidad, por lo cual ya se marcaron en favor de Xóchitl, así como el Alcalde de Monterrey Luis Donaldo Colosio Riojas, quien ya dijo que no va, ni dividirá, quedando solo el Gobernador de Nuevo León (Samuel García) que aun sueña estar en la boleta, Dante Delgado siempre obstinado y obscuro se quedó sin barajas ni apoyo del respetable esta vez, pues el efecto Xóchitl además de preocupar 24/7 a López Obrador, no le da juego MC por ser un partido pequeño.
Pero la pregunta más importante es:
Sera Xóchitl la candidata de los ciudadanos o de los partidos?
La respuesta a esta pregunta es la base de lo que podría ser, una revolución electoral en 2024 o PAN con los mismo.
Ya lo dijo Xóchitl Gálvez que en su proyecto “ni huevones, ni rateros ni pendejos”
Eso dejaría fuera a todos los grupos políticos que la impulsan, pues al menos 2 de esas características tienen quienes la llevan de la mano PAN, PRI Y PRD, unos más otros menos.
No olvidemos que apenas hace 5 años los mexicanos sacaron al PRI de la Presidencia, por la llegada de alguien que tenía la receta para acabar con la corrupción (López Obrador) promesa que engancho a los votantes, para recibir más de 30 millones de votos en las elecciones de 2018.
Sera que en menos de 6 años los mexicanos volverán a confiar en alguien se acompaña de las mafias de los partidos, que salieron despedidos de la Presidencia, sobre todo del PRI?
Morena también pondrá a dudar a los votantes, sobre las promesas de campaña de López Obrador en temas como la corrupción, la “Cuarta Transformación” y tantas promesas que nunca llegaron, solo división en los mexicanos y dadivas a los menos favorecidos, nada complicado.
Sera que los mexicanos no tenemos memoria?
Estos ingredientes sin duda le ponen sabor a la próxima elección 2024, que solo tendrá dos opciones, seguir confiando en el proyecto de López Obrador, o dar una vuelta de timón para dirigir a México a un nuevo rumbo.
Muy pronto lo sabremos.
Hagamos juntos la Diferencia
Jorge Armendáriz Gallardo
jorgeearmendariz@gmail.com