El mausoleo de Antíoco I, situado en el Monte Nemrut, es un monumento histórico y arqueológico de Turquía. Su relevancia radica en su impresionante conjunto de estatuas colosales y relieves que adornan su cima, así como en su significado cultural y religioso.
Aunque técnicamente no forma parte de las "Siete Maravillas del Mundo Antiguo" tradicionalmente reconocidas, muchos entusiastas de la historia y el arte han sugerido que podría considerarse una "octava maravilla" debido a su singularidad y belleza.
El mausoleo fue descubierto en 1881 por Charles Sester, un ingeniero alemán que trabajaba para el Imperio Otomano en la construcción de carreteras por la región de Adiyaman, al este de la península de Anatolia. Tras descubrir los vestigios de las ruinas informó a la Academia Real prusiana, quiénes enviaron al arqueólogo Otto Punchstein para comenzar con las excavaciones.
El Mausoleo se destaca por la presencia de enormes estatuas de aproximadamente 9 a 10 metros de altura, que representan a deidades y figuras históricas pertenecientes a la cultura persa e helénica.
El propósito detrás de la construcción es un testimonio del sincretismo cultural y religioso en la región en ese período, fusionando elementos de la cultura griega, persa y local.
Antíoco I
Dicho mausoleo fue erigido en nombre del Rey Antíoco I (86-38 a. C.), antiguo gobernante del reino helenístico llamado Comagene, que nacería tras las feroces disputas entre los viejos generales de Alejandro Magno.