La sal es uno de los principales ingredientes a la hora de cocinar, pues este ingrediente añade y potencia el sabor de los platillos.
Sin embargo al hacer uso de este ingrediente hay que tener cierta precauación, pues dicen, es mejor que le falte y no que le sobre.
Si el plato quedó un poco sin sabor, lo ideal es agregarle la sal al momento y al gusto, y no afecta en nada a la comida ya preparada, sin embargo, cuando ocurre al revés, es decir, cuando la receta que estabas cocinando para sorprender a tus invitados o incluso a tu pareja o a tu familia se pasa de sal, lo que puede provocar que el resultado sea incomible, resulta también muy poco saludable.
De ser así, no te desesperes o tires tu preparación a la basura.
Te pasamos algunos tips que pueden ayudar a arreglar el platillo pasado de sal:
Uno de los consejos es intentar equilibrarlo echando más ingredientes. Si se trata de un guiso o algo similar puedes incorporar más verduras, carne o papa, así como también más agua o pan. Es importante ir poco a poco y teniendo en cuenta las nuevas medidas para no conseguir el efecto contrario.
Por otro lado, si se trata de una salsa, puedes añadir líquidos como nata o leche. Eso sí, el ingrediente va a variar en función de la receta y de los ingredientes que contiene, ya que no todos los platos permiten cualquier alimento.
Sin embargo, uno de los trucos más desconocidos es agregar un poco de zumo de limón o vinagre. Ya que el ácido ayudará a equilibrar el sabor salado de la preparación.
Pero el consejo más práctico es agregar poco a poco la sal y mezclar e ir probando para ajustar el sabor en función del gusto de cada uno y del sabor que se quiera conseguir.
Lo importante es cuidar la hora de echar la sal, pues aunque el consumo de este ingrediente es imprescindible para el funcionamiento de nuestro organismo, el exceso puede ser peligroso, puesto que una dieta alta en sodio puede tener implicaciones para la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo diario de 5 gramos de sal para la población de más de 11 años, lo que equivale a una cucharadita de café.