Destrucción de la capa de ozono

El 12 de julio de 2012 denuncié ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) a 100 Centros de Acopio y Destrucción (CADs) y 14 centros de Reciclado de Refrigerantes (CRRs) que designaron la DGGCARET (Dirección General de Gestión de la Calidad de Aire y Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes) de la Secretaría de Medio ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el FIDE (Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica, dependiente de la Comisión Federal de Electricidad) para implementar el “Programa de Sustitución de Equipos Electrodomésticos para el Ahorro de Energía”, como resultado de una visita que realicé a un centro de acopio en Celaya, Gto. Celayenses amigos míos llevaron su refrigerador viejo a este centro y me informaron que el sitio parecía simplemente un tiradero. Realicé una visita a dicho centro y pude comprobar que no contaba con la autorización de la Dirección de Gestión Integral de Materiales y actividades Riesgosas (DDGIMAR) de Semarnat para el manejo de gases refrigerantes (R-22, clorodifluorometano) clasificados como sustancias peligrosas por nuestra normatividad ambiental, contenidos en estos refrigeradores viejos. Solamente 3 de los 114 la tenían.

Específicamente los residuos de manejo especial, de competencia estatal, como estos regrigeradores que contienen estos viejos gases refrigerantes están sujetos a planes de manejo. Esto significa que deben ser acopiados, desesamblados para que muchos de los materiales contenidos en ellos, puedan ser reciclados y otros que tengan carácter de residuo o material peligroso como el gas refrigerante R-22 sean destruidos mediante métodos ambientalmente adecuados como lo mandata el Protocolo de Montreal, del que nuestro país es parte obligada desde 1987.

México recibió del Fondo Multilateral de Protocolo de Montreal más de 113 millones de dólares de 1991 al 2012, en 122 proyectos de transferencia tecnológica, capacitación y asistencia técnica para empresarios mexicanos precisamente para eliminar y reducir su uso mediante el acopio, la recolección y destrucción ambientalmente adecuada de estos gases refrigerantes (clorofluorocarbonos-CFCs) con un PAO (potencial de agotamiento de ozono - que significa que la destruyen) de 0.6 a 1.0. Con el objetivo de cumplir nuestras obligaciones del Protocolo de Montreal (firmado por México en 1987) para proteger la capa de ozono por aerosoles que estamos generando diariamente como los gases halones (PAO de 3.0 a 10.0), tetracloruro de carbono (PAO de 1.1), bromuro de metilo (PAO de 0.6) y los hidroclorofluorocarbonos. Estos gases refrigerantes también tienen un enorme potencial de calentamiento global desde 4,600 hasta 10,600 eq/CO2, que significa que liberar al ambiente una tonelada de ellos equivale a 4,600 y hasta 10,600 toneladas de CO2.

Desafortunadamente debo decir que por la falta de voluntad política de nuestros gobiernos federales y la apatía de los gobiernos estatales además de la ausencia de vigilancia de nuestras autoridades ambientales estatales y federales y también por el desconocimiento y corrupción de los empresarios que desechan miles de regrigeradores al año, no estamos destruyendo adecuadamente estas sustancias agotadoras de la capa de ozono a pesar de que México ha recibido reconocimientos de parte del Protocolo de Montreal, como un ejemplo internacional en el cumplimiento de sus obligaciones globales. De los inventarios verificados de gases de efecto invernadero que cientos de empresas obligadas han reportado ante el Registro Nacional de Emisiones de Semarnat, desde 2017; seguramente muy pocos deben haber considerado los gases refrigerantes de sus equipos de refrigeración.

Si la capa de ozono desaparece, la protección de los rayos ultravioleta que llegan diariamente a nuestro planeta también desaparecerá.

*Carlos Alvarez Flores, Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C.
Experto en Gestión de Residuos y Cambio Climático
www.carlosalvarezflores.com y Twitter @calvarezflores