Lo creas o no, la calvicie masculina es una enfermedad muy común que, de acuerdo con la Fundación Mexicana para la Dermatología, afecta a 5 de cada 10 hombres de entre 20 y 30 años. Este padecimiento se expande a medida que la edad avanza, pues la cifra contabiliza a 8 de cada 10 hombres.
Qué hacer si te estás quedando calvo
1. La raíz de todo
Antes de profundizar demasiado en el tema, primero debes averiguar la raíz de la caída del cabello. Quedarse calvo puede ser el resultado de muchas cosas. Los que padecen alopecia androgénica suelen experimentar un desvanecimiento gradual alrededor de la coronilla y en las zonas frontal y temporal, y si la calvicie es hereditaria, puede transmitirse de padres a hijos. Es algo bastante normal que ocurra. Sin embargo, si notas algo fuera de lo normal, puede que necesites asesoramiento profesional.
“Los patrones de caída del cabello que pueden apuntar a una enfermedad subyacente incluyen el cabello que se rompe o se desprende de raíz”, explica la Dra. Barwise, “¿hay zonas de calvicie bien definidas dentro de una cabellera generalmente sana? ¿El cuero cabelludo está escamoso, ulcerado, levantado o cubierto de sarpullido? ¿Se ha desprendido el pelo rápidamente en unas semanas? ¿Afecta también al vello púbico o facial? Si has notado alguno de estos síntomas, vale la pena que acudas a tu médico de cabecera”.
2. Todo podría estar en tu cabeza
Un estudio de 2021 realizado por la Universidad de Harvard descubrió que el estrés y la ansiedad pueden hacer que se te caiga el cabello. La investigación afirma que los altos niveles de estrés pueden interrumpir el ciclo normal de los folículos pilosos, lo que lleva a que se caigan o no crezcan en absoluto.
“¿Te sientes ansioso, estresado o deprimido? Puede que estos síntomas sean la causa de tu caída del cabello”, dice Barwise, “pero recuerda que la caída del cabello también puede afectar negativamente a tu autoestima y ponerte en riesgo de padecer estas afecciones. Es como un ciclo sin fin, así que es esencial que hagas todo lo posible para relajarte y desconectar”.
3. Somos lo que comemos
Tener un cabello sano va mucho más allá de lo que le hagas o de lo que le pongas (que veremos más adelante). Como ya hemos dicho, influyen factores como los antecedentes familiares, la genética y los niveles de estrés. Algo más que puede afectar la firmeza del cabello son los niveles de vitaminas y minerales en tu cuerpo.
Existe evidencia que respalda la idea de que la pérdida de cabello puede mejorarse con suplementos de vitaminas y minerales, pues estos son importantes para el crecimiento y la función normal de las células. Además, en un nivel deficiente, pueden contribuir a la pérdida de cabello. Si crees que te estás quedando calvo, algunas de las mejores cosas que puedes agregar a tu dieta incluyen proteínas magras, ácidos grasos Omega-3, vitaminas liposolubles, vitaminas del complejo B y hierro.
4. Lea las etiquetas
Por sorprendente que parezca, puede que tú seas la verdadera razón de tu calvicie de patrón masculino. Si utilizas un shampoo demasiado agresivo o no aplicas el acondicionador de la manera correcta (o no lo acondicionas en absoluto), tu cabello puede volverse frágil y dañarse con facilidad. Realizarse un permanente y los tintes también pueden afectarlo drásticamente y, en el caso de los hombres con el cabello largo, hay que evitar llevar peinarlo hacia atrás con frecuencia.
La American Academy of Dermatology descubrió que los jalones constantes “pueden hacer que los mechones de tu pelo se rompan o se caigan”. Con el tiempo, esto puede dañar tus folículos pilosos, y si lo haces, tu pelo no puede volver a crecer, por lo que desarrollarás una caída permanente.
5. Pregúntale al buen doctor
Si has hecho todo lo correcto, pero sigues perdiendo el cabello, puede que sea el momento de acudir a tu médico de cabecera. Él examinará tu cuero cabelludo, te tomará la temperatura, medirá tu índice de masa corporal, te examinará los ojos, la boca y las uñas en busca de signos de anemia y te palpará el cuello en busca de enfermedades tiroideas. En algunos casos, puede recomendarse un análisis de sangre. El médico también puede prescribir tratamientos para la calvicie masculina.
“Existen tratamientos de prescripción médica basados en pruebas científicas, y cuanto antes se inicien, más probabilidades hay de que funcionen”, dice Barwise. “Hay dos fármacos principales. El minoxidil es un producto que se presenta en dos concentraciones (2% y 5%) y puede aplicarse directamente sobre el cuero cabelludo. También está la finasterida, que se presenta en comprimidos diarios. No hay pruebas de que uno sea mejor que el otro, así que suele depender de las preferencias personales. Hay que tener en cuenta que pueden tardar hasta seis meses en empezar a hacer efecto, y podrían presentarse algunos efectos secundarios, que van desde una leve irritación del cuero cabelludo hasta efectos sexuales adversos”.
6. La gota que colma el vaso
“Si esto sigue sin funcionar, también puedes consultar a tu médico de cabecera sobre los trasplantes capilares quirúrgicos”, dice Barwise. Pero ten en cuenta que esta opción es especialmente cara. De acuerdo con clínicas especializadas, un trasplante capilar en México puede costar entre 50,000 y 95,000 pesos mexicanos, dependiendo del grado de caída del cabello, el tipo de intervención y la calidad de la clínica, así como de su equipo. Además, la recuperación total puede tardar más de un año.
Dicho esto, siempre vale la pena recordar que no todo está perdido. Después de todo, puedes asumir tu calvicie y sacar el Dwayne Johnson que llevas dentro.