¿Qué hacen y quiénes son los masones?

Los masones, un grupo del cual se sabe su existencia, están presentes en diversos eslabones de la sociedad. Sus actividades contemplan contribuciones millonarias a obras benéficas y estudian filosofías diversas para encontrar la verdad, entre otras muchas actividades.

La francmasonería o masonería se caracteriza por ser una institución iniciático, filantrópico, filosófico, selectivo e internacional. Una de sus bases principales es un sentimiento de fraternidad.

Los masones son la organización fraternal más antigua del mundo, un grupo que comenzó en la Edad Media en Europa como un gremio de constructores. Cuando comenzó el declive de la construcción de catedrales, el objetivo de la sociedad cambió.

Margaret Jacob, profesora de Historia de la Universidad de California, afirma que “los francmasones son una organización social y filantrópica destinada a que sus miembros lleven una vida más virtuosa y orientada a la sociedad”.

“En el gremio original, había tres etapas: Aprendiz, Compañero y Maestro Masón, que supervisaba a todos los que trabajaban en una obra. Hoy, estos grados son más filosóficos”, afirma Jacob.

Los masones utilizan símbolos extraídos de las herramientas de la cantería.

• “El Ojo que todo lo ve” u “Ojo de la Providencia”: representa la omnisciencia de Dios.
• La escuadra y los compases: representa una escuadra de constructor unida por un compás. La “G” sigue siendo objeto de disputa; algunos expertos creen que la “G” del centro del símbolo representa la geometría, campo fundamental para los primeros francmasones, otros creen que representa a Dios, el “Gran Arquitecto del Universo”.
• La colmena: representa el trabajo en grupo, la entrega a las labores como parte fundamental de la vida de un individuo.

Tradicionalmente, la afiliación a la masonería ha sido para hombres. En las “Constituciones de 1723”, una especie de guía de la organización, se excluía a las mujeres, a los ateos y a los esclavos.

Aunque las mujeres pueden ingresar en una organización afiliada llamada Orden de la Estrella Oriental, y algunas logias reconocen a miembros femeninos, “la masonería no es tan universal como pretende, ya que en muchos países… las mujeres y los ateos siguen estando excluidos”.

En los Estados Unidos y Europa, la aceptación de mujeres pude variar. En el caso de México, ha habido mujeres francmasonas. El ejemplo más famoso es doña Josefa Ortiz de Domínguez, La Corregidora, cuya figura se encuentra entre los bustos de destacados masones en la Gran Logia del Valle de México, en la que curiosamente no se admiten mujeres.