La actriz Irma Serrano, quien falleció este 1 de marzo a los 89 años, consolidó su fama en la década de los 60 como intérprete de música ranchera y de cine; en medio de su vida como celebridad se vio involucrada amorosamente con varias personalidades, incluso con un presidente.
Irma Consuelo Cielo Serrano Castro, conocida como ‘La Tigresa’, nació en diciembre de 1933 en Chiapas y comenzó su carrera como cantante luego de firmar un contrato discográfico con Columbia Records; su nombre comenzó a formar parte de filmes como Santo contra los zombies, con la cual debutó en 1962.
Además, incursionó en obras de teatro y grabó cintas como La Tigresa (1973), La Martina (1972), Noches de Cabaret (1978), Lola la trailera (1983) y Las amantes del señor de la noche (1986) y en los 90 inició una trayectoria como política.
En 2020, fue entrevistada por Gustavo Adolfo Infante y comentó la razón por la que nunca se casó: “La verdad... no me lo propusieron”. Tampoco tuvo hijos.
‘La Tigresa’ tuvo algunas polémicas exparejas como Patricio ‘Pato’ Zambrano y Alfonso ‘Poncho’ De Nigris.
‘Poncho’, después de conocer su fallecimiento, le dedicó un mensaje en Instagram: “QEPD doña Irma Serrano. Una fregona de sus tiempos. Vuela alto. Dos días antes de mi cumple. A recordarla con un tequila como le gustaba. Amor y paz a todos, pronto nos encontraremos en algún otro lado”.
Sin embargo, entre sus relaciones más sonadas, está la que tuvo con Gustavo Díaz Ordaz.
¿Cómo conoció Irma Serrano a Gustavo Díaz Ordaz?
Para 1969 sonaban rumores de un romance entre la actriz y el presidente Gustavo Díaz Ordaz, quien ya estaba casado con Guadalupe Borja. Había pasado un año de la llamada ‘Matanza de Tlatelolco’ en la que el 2 de octubre de 1968 fueron atacados estudiantes en la Ciudad de México por fuerzas armadas.
Serrano confirmó que fueron pareja tiempo después, cuando publicó sus libros A Calzón Quitado y A Calzón Amarrado, ahí menciona:
“Lo conocí en una de tantas reuniones de políticos. Aquel personaje era un don nadie, pero llegó a ser el gusano mayor para regir los destinos del país durante seis años. Descubrí que era más atractivo de lo que me imaginaba, no de su físico del cual han hecho tantas bromas, sino por su intelecto. Tiene una personalidad un tanto especial: es simpático, duro a veces, determinante y necio igual que yo”.
Según Serrano, se encontraban en casas que ella tenía en Las Lomas y en El Pedregal (la cual él le regaló), de las zonas más lujosas de la Ciudad de México, incluso afirma que él le obsequió un comedor que perteneció al emperador Maximiliano de Habsburgo.
¿Por qué terminó la relación de Irma Serrano y Díaz Ordaz?
Después de alrededor de seis años, terminaron su relación. Ella contaba que fue por culpa de su esposa Guadalupe Borja, quien comenzó a boicotear sus proyectos a través del secretario de Gobernación.
Según Cuna de Grillos, después de ello, en un cumpleaños de Guadalupe, Irma llegó a Los Pinos con mariachi y cantó: “Yo trataba a un casado pero ya se me acabó. Su mujer lo había celado con todas, conmigo no.” Se ha dicho que Irma Serrano le dio una bofetada al entonces presidente.
Cuando dejó de ser presidente y se fue a España como embajador de México, el político comentó que su relación con ‘La Tigresa’ fue como “una experiencia con una totonaca”, lo cual provocó su enojo y ella se decidió a publicar los libros con toda la historia.
En la novela histórica Arrebatos Carnales III, Francisco Martín Moreno recrea este anécdota, narra que Serrano llegó con su mariachi ante la mirada escandalizada de todo el gabinete presidencial, estaba Luis Echeverría, luego de que ella cantó Las Mañanitas, Díaz Ordaz se le acercó para pedirle que se fuera:
“Perdí la compostura y le arreé un santo guamazo en la mera carota porque no podía con la furia que me dominaba. El golpe fue tan tremendo que Gustavo perdió los lentes y mientras los buscaba arrodillado en el piso solo escuché clic, clic, clic, el sonido de horror que me indicaba el corte de cartucho de las armas del Estado Mayor Presidencial”.