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Obras de arte que fueron 'restauradas' por aficionados

El Debate | 06/02/2023 | 14:16

El Cristo de Palencia
Escultura femenina «retocada» en Palencia. Esta escultura de principios del siglo XX corona una de las torres de un edificio situado en el número 9 de la calle Mayor en Palencia. Fue el artista Antonio Guzmán Capel el que alertó del hallazgo de esta pieza que se encuentra en frente de su taller.
 
Escultura de San Jorge, en Estella
Situada en la iglesia de san Miguel de Estella, esta escultura de san Jorge y el dragón de principios del siglo XVI fue restaurada por una escuela de manualidades de la localidad llamada Karmacolor debido a que la original había perdido casi toda su policromía.
 
Copia de Inmaculada de Murillo, en Valencia
La obra sufrió dos restauraciones, ambas a manos del mismo restaurador de muebles, en quien confió el propietario por el precio de 1.200 euros (la primera vez). Cuando el propietario de la obra pidió explicaciones de aquel arreglo, el restaurador trató de solucionar el problema. Sin embargo, tan solo consiguió un resultado peor.
 
Virgen con niño de Penagos, Cantabria
En el año 2017 un vecino de la comunidad se decidió a restaurar la imagen de la Virgen, un original del siglo XVIII. Adolfo, un feligrés que había sido copista y pintor, reinterpretó la obra y convirtió los ocres en verdes chillones, los marrones en amarillos y las sombras directamente las borró. Las siluetas, antaño difuminadas en el espacio, pasaron a cuerpos de posturas imposibles, deformes, coloreadas fuera de las líneas en tonalidades estridentes. A pesar de todo, el cambio más llamativo lo sufrieron los personajes.
 
Tallas de la ermita de Rañadoiro, Asturias
Una vecina del pueblo decidió, «con permiso del párroco», arreglar tres figuras de los siglos XV y XVI. «Yo no soy profesional, simplemente las figuras estabas horrorosas y las quise pintar para ponerlas mejor», explica esta mujer.
 
La Virgen del Carmen, en La Coruña
El pasado 27 de enero se descubrió que había vuelto a la iglesia de San Andrés de La Coruña la talla de la Virgen del Carmen, retirada varios meses por «restauración». Dicha talla «pertenece a una colección de siete estatuas realizadas por el escultor Isidoro Brocos para decorar la iglesia castrense por encargo expreso de los financiadores de la misma, Eusebio da Guarda y Modesta Goicouría». Así arranca el informe que el arquitecto y divulgador Alberto Fuentes-Valcárcel ha entregado en la delegación coruñesa de Patrimonio: la talla está irreconocible, para enfado de sus feligreses.
 
La Virgen de Chamorro, en Ferrol
La Virgen de Chamorro es una de las más veneradas de Ferrol. Numerosos devotos la portan a hombros, cada Lunes de Pascua, en el entorno de la Ermita donde se encuentra. Ahora, esta talla de madera del siglo XII vuelve a estar de actualidad porque corre el riesgo de convertirse en un nuevo caso de 'Ecce Homo'. Este era el temor de la Asociación en Defensa del Patrimonio Cultural Gallego al descubrir que su propietaria pretendía restaurarla de nuevo. «En 1990 sometieron a la imagen a una restauración sin supervisión profesional. Pretendieron convertir una talla del siglo XII en una talla barroca del siglo XVIII: le pusieron pelo, una corona, le pintaron ojos… y le restaron todo el valor que tiene esta obra, que es una de las pocas que se conservan de su época en Galicia», cuenta Ana Paula Castro, experta en arte y antigüedades de Apatrigal.
 
Vía Crucis, en Chatonrupt-Sommermont
Descubiertas en el campanario de la iglesia de Chatonrupt-Sommermont, las catorce pinturas de un Vía Crucis fueron confiadas a un residente para su restauración por el alcalde del pueblo. Los memes y las bromas no se hicieron esperar, y al restaurador, Patrick Quercy, ya se le conoce como el «Ecce Homo francés». «Es importante que no toque más cuadros», avisó entonces Didier Rykner, fundador de La Tribune de l'Art, en un ácido artículo. «Este asunto es también indicativo de la total pérdida de comprensión de nuestros contemporáneos de lo que es una obra de arte y de lo que es la restauración».
 
Ermita de San Cristóbal, en Alcoy
En mayo de 2005, la Policía de la Generalitat investigó a un hombre como presunto autor de un delito contra el patrimonio histórico tras pintar siete murales y la bóveda interior de la ermita de San Cristóbal de Alcoy, declarada Bien de Relevancia Local. El Ayuntamiento le dijo expresamente que no podía «intervenir artísticamente» la ermita. Sin embargo, Jesús Cees actuó desobedeciendo la prohibición del consistorio, que le había denegado el permiso para intervenir el recinto. El caso se remitió a los tribunales para que inicie el trámite judicial.