Los trucos para que la pechuga de pollo te quede excelente

El pollo es uno de los alimentos más fácil de cocinar, pero hay una característica común fácil de encontrar en los platos que contienen esta carne y es que si el pollo no se cocina bien, su carne resulta chiclosa.

El pollo puede quedar gomoso o chicloso debido a la falta de humedad en la carne. A menudo al cocerla, puede llegar a perder agua sin importar si la cocción se da en líquido, esto se debe a que las fibras de la carne van a contraerse y expulsar su humedad natural en presencia del calor.

Una de las principales causas para que la carne de pollo quede chiclosa es la sobre cocción, si cocinamos de más lo más probable es que este pierda humedad y la carne obtenga una textura no muy agradable, otra forma es no cocerlo lo suficiente.

La única forma de asegurarte que tu pollo quede en el término correcto, bien cocido, sin perder jugo y con una textura agradable, es cocinarlo a la temperatura adecuada, está es por encima de los 75° grados, así el pollo queda bien cocido y la carne tiene una temperatura de consumo segura.

Esto requiere qué controles bien la temperatura interna del pollo, debes de tener en cuenta que cada pieza de pollo se cocina de forma diferente y a tiempos diferentes, freír un filete de pollo es mucho más rápido que cocinarlo en agua caliente, también tienes que tomar en cuenta que las piezas gruesas de pollo requieren más tiempo de cocción, por eso al cocinar este tipo de carne considera tanto el tamaño cómo el tipo de cocción y así obtendrás piezas siempre perfectas.