El Yunque fue fundado en la Universidad Autónoma de Guadalajara por Carlos Cuesta Gallardo y los hermanos Leaño, e introducida a la Universidad Popular Autónoma de Puebla en el año de 1953, entre otros, por el politólogo Manuel Díaz Cid y por Ramón Plata Moreno; de hecho el primero fue una de las fuentes de la investigación del periodista Álvaro Delgado.
El Yunque se constituye en una organización semisecreta que pretende reaccionar contra la amenaza que el comunismo, la masonería y el capital judío representarían al cristianismo y, más exactamente, a la doctrina católica.
Para los años 60, esta organización se encuentra en proceso de expansión en España, Francia, Argentina, Brasil, Perú y aparentemente también se encontraría en Chile, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Venezuela, El Salvador y Guatemala. En México el primer frente yunquista se habría propuesto cerrar filas con los enemigos del régimen comunista cubano encabezado por Fidel Castro Ruz.
Esta parte de la historia viene a cuento por que en la reciente Convención Nacional del PAN el panismo, o una parte del panismo –que hace filas al lado de Felipe Calderón– abucheó al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos y le estregaron en la cara, con mantas, pancartas y consignas, su pertenencia a El Yunque.
Viene a cuento porque explica bien a bien por qué el hombre tras el trono espinista, Vicente Fox Quesada actuó como actuó en aquel demencial episodio del “Fidel, comes y te vas”, en la Cumbre de Monterrey. Si bien es cierto que, en sus inicios El Yunque fue tricolor, ahora ostenta otra bandera: la azul celeste y blanco, más favorecida por el clero político.
Cuenta con organizaciones frontales como Desarrollo Humano Integral, A.C. (DHIAC), Vanguardia Integradora Nacionalista (VIN), Frente Universitario Anticomunista (FUA), Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO), Provida, Asociación Nacional Cívica Femenina (ANCIFEM), Movimiento Testimonio y Esperanza, Comisión Mexicana de Derechos Humanos, Alianza Nacional para la Moral, Coordinadora Ciudadana, Asociación A Favor de lo Mejor, etcétera y se haya infiltrada en Coparmex, Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, entre otros y, ahora se encuentra a la cabeza del PAN, con Manuel Espino Barrientos.
De ahí la reacción en la convención nacional del PAN, de ahí las consignas ¡Yunque no, PAN sí! Dirigidas a Espino, Carlos María Abascal Carranza, Guillermo Velasco Arzac (ideólogo de Fox y Marta Sahagún), a Fox, a Carlos Medina Plascencia, María Teresa Aranda, Emilio Goicoechea, Jorge Arturo Zepeda, Juan Carlos Romero Hicks, entre otros como Francisco Xavier Salazar Sáenz y Eugenio Guadalupe Govea Arcos.
Fue a todos estos, además de Espino Barrientos, a los que confrontó el presidente Calderón durante la Asamblea panista para la designación de delegados nacionales, antes de viajar a Europa, donde se entrevistaría con el Papa Benedicto XVI, no sólo para regalarle una camiseta de la selección nacional mexicana, ni para entregarle una foto de la familia, sino para tocar algunos temas difíciles: la narcoviolencia, el estado de los derechos humanos en México y esos temas espinosos (la despenalización del aborto y las sociedades de convivencia), de los que afirma el presidente Calderón, no se habló.
Con todo y este esfuerzo los yunquistas se hicieron de algunos boletos para participar, como Consejeros Nacionales, en la próxima integración del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, alcanzando al menos el 40 por ciento de las posiciones, con la ventaja de encontrarse unidos.