Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Juan 13, 31-33a. 34-35
Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».
LA HUMANIDAD, NECESITA DEL AMOR
El hombre tiene necesidad de amor. Porque si no hay amor, tampoco habrá unidad. Y si falta el amor, vamos a permanecer sin fuerzas.
El enemigo, intentará siempre crear la división, para acabar con el hombre.
Pero el amor, es esencial para sobrevivir.
Que absurdo es, que la humanidad se odie a si misma; cuando lo que más necesitamos, es el amor de unos para con otros.
Y bien sabemos, que el odio nos divide, y nos parte. Y la división, es debilidad que acaba con las fuerzas.
En cambio, el amor, es lo que une a los hombres. Y cuando el hombre ama, la humanidad subsiste.
Por algo dijo el Señor: “Lo que Dios unió, que no lo separe el hombre”. Dios, que es amor, une a la humanidad. Pero el hombre, estando herido por el mal, tiende a crear división, teniendo como raíz: el odio.
Por eso, hay que estar atentos al llamado del Señor, que hoy nos dice: “Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado; y por este amor reconocerán que son mis discípulos”. ( Jn.13).
Lo que es bueno, tiene que obedecer a un mandato; porque el hombre, no tiene fuerzas para hacer el bien.
El distintivo de un cristiano, es el amor. Nadie puede apropiarse el título de cristiano, sino realiza actos de bondad, hacia sus semejantes.
Porque en el amor, es donde se reconoce, a los discípulos de Jesús.
Si nos amaramos los nos a los otros, seríamos fuertes, y viviríamos unidos. Ya que el amor, realiza grandes maravillas.
La humanidad, está en decadencia, por falta de amor.
Y hoy, más que nunca, el mensaje de Cristo está vigente: ¡AMEMONOS! Porque la humanidad, está hambrienta de amor.
Y solo el amor, podrá salvarnos. Ya lo dijo el Papá Benedicto XVI: “ No es la ciencia la que redime al hombre. El hombre es redimido por el amor…cuando uno experimenta un gran amor en su vida, se trata de un momento de -redención- que da nuevo sentido a su existencia”. ((Salvados en la Esperanza,26).
Pbro. Lic. Salvador Glez. Vásquez.
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