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El que te ama, es porque te conoce

Plano Informativo | 08/05/2022 | 00:21

Quien sabe amarte, es porque verdaderamente te conoce. Y aquel que no te ama, es porque no sabe de ti, y ni siquiera te conoce.

Pero, nunca va a existir, alguien que nos ame tanto, como nos ama Dios. Porque nadie, nos conoce tanto como el Señor.

Dios, sabe de lo que estamos hechos, y nos ama con un amor perfecto, porque Él nos conoce a la perfección.

Ya lo dice el Evangelio: “Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozca y ellas me siguen”. (Jn.10). En la cultura judía, amar es lo mismo que conocer; y conocer, es amar. 

El que ama, lo hace porque conoce bien a la persona amada; y en ese conocimiento, está la causa de su amor por ella. 

Si conociéramos la belleza, que algunas personas guardan dentro, ya nos habríamos arrepentido de haberlas despreciado. Aunque por desgracia, el hombre malo, no sabe reconocer lo bueno.

En cambio, Dios que es suma bondad, mira a lo profundo del corazón, y por eso nos ama con amor eterno.

Por tanto, no dudemos del amor de Dios; porque ese amor, ya está asegurado. 

Y, si Jesús se compara con un pastor y a nosotros con las ovejas, es porque la oveja, se deja llevar por lo que siente el corazón, porque los animales, no ocupan  razonamientos.

Las ovejas sienten cuando alguien las ama; y sin pensar, van siguiendo al pastor, que las cuida con amor. 

Pero, en el hombre, las cosas son distintas, porque éste,  no sabe escuchar la voz del corazón;  y no se deja llevar por los dictados del alma.

El hombre, acalla las razones de su corazón, y  solo acepta los juicios de la razón lógica. Y así, se pasa la vida, ignorando los llamados del alma.

Hay que ser como  ovejas, que sienten el amor del pastor, y por eso lo siguen; y  así, es como se   dejan llevar por  el corazón.

Por eso, el día que escuchemos al corazón, y nos dejemos llevar por el amor, es cuando empezaremos  a ser felices. 

Una vez, que  decidamos  seguir al Buen Pastor, Él nos llevará al lugar, donde podremos encontrar la paz.

Hagamos lo que dice el Salmo: “El corazón me dice que te busque, y buscándote estoy”. (Salm. 26).

Pbro. Lic. Salvador Glez. Vásquez