¿Por qué a los gatos les dicen ‘micifuz’?

Si eres un amante de los gatos, de seguro te sabes todos los apodos con los que se les llama de cariño a los felinos, incluyendo “micifuz“.

Aunque es un apodo en desuso, sobrepasado por el ahora popular “michi“, este apodo es más viejo de lo que crees, y tiene una curiosa explicación.

A continuación te explicamos el origen del apodo “micifuz“, para que cuentes está historia en una reunión como mera curiosidad.

¿Existió el gato micifuz?

Aunque actualmente es común escuchar que alguien llame genéricamente a un gato como “micifuz“, de forma similar a los que llaman “firulais” a todos los perros, el origen no se encuentra en un gato real, sino en un poema clásico.

En su poema “La gatomaquia” (1634), el celebre Lope de Vega realizó una parodia en tono de humor de los poemas épicos, pero supliendo a héroes y villanos por gatos.

Los tres protagonistas de esta aventura épica son el enamorado gato Marramaquiz, la bella felina Zapaquilda y el remilgado gato Micifuf. Sí, con una “f” al final.

De los tres felinos, el más popular fue Micifuf, que al final del relato se queda con el amor de Zapaquilda.

Tal vez por eso un siglo más tarde, en 1781, el escritor Felix María Samaniego retomó a Micifuf y lo usó en la fábula “los gatos escrupulosos”, también de tono cómico.

Las dos obras se volvieron parte de la cultura popular de la lengua castellana, sobre todo de boca en boca. Y, como suele pasar, pronto el nombre del protagonista cambió de Micifuf a un más fácil de pronunciar Micifuz.

Fue tanta la fama de estas historias que el nombre pasó a ser sinónimo de gato doméstico en muchas partes del mundo hispanohablante.

Además, como suele ocurrir, la palabra también tomó otros caminos en ciertas zonas.

Por ejemplo, en Argentina es una forma coloquial de llamar a las prostitutas, mientras que en México se le suele llamar así al mandadero o sirviente de alguien.

Curiosamente en Perú tuvo otro cambio, y allá se les suele llamar Michifuz a los gatos, combinando la palabra con michi.