Dos nuevos incendios se registraron este lunes en la región capitalina griega de Ática y obligaron a varias evacuaciones, apenas dos semanas después del infierno vivido en el norte de Atenas, en la isla de Eubea y en la península del Peloponeso que dejó calcinadas unas 100.000 hectáreas.
Esta vez ambos fuegos están castigando zonas distintas a la anterior, con un incendio en el sureste declarado esta mañana en una zona de matorrales que se ha ido propagando con rapidez a través de pinares y olivares, y un segundo en el noroeste de la región.
Hasta el momento han tenido que ser evacuadas siete aldeas, cuatro en los alrededores de Keratea (sureste) y tres en Vilia (noroeste).
Fuentes municipales de las zonas afectadas en Keratea señalaron a los medios locales que el primer frente ha alcanzado algunas casas en las aldeas evacuadas, aunque por ahora se desconoce el alcance de los daños.
Los esfuerzos de los bomberos se centran ahora en evitar que las llamas se propaguen al parque nacional de Sunio, señalaron responsables de este cuerpo.
En ambos frentes hay desplazados fuertes dispositivos de bomberos, con apoyo de numerosos medios terrestres y aéreos, que tienen que combatir el fuego en medio de fuertes ráfagas de viento.
En las últimas dos semanas Grecia se ha visto sacudida por una serie de incendios sin precedentes, algunos de los cuales todavía no están del todo extinguidos, y experimentan continuos rebrotes.
Aunque la catástrofe se ha llevado por delante 100.000 hectáreas de bosque y cultivos y centenares de viviendas, hasta ahora tan solo ha habido dos víctimas mortales.
