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Artistas y escritores rechazan abolir corridas de toros

El Universal | 07/08/2010 |

El parlamento autónomo de Cataluña abolió recientemente las corridas de toros, medida que entrará en vigor a partir de enero de 2012. Actividad polémica, la fiesta brava cuenta con adeptos en el mundo de las letras y la actuación. Consultados por KIOSKO de EL UNIVERSAL, el escritor Jorge F. Hernández y el actor Rafael Inclán externan contrariedad con tal medida.

Asimismo, se incluyen opiniones sobre el tema taurino, recabadas a lo largo de varios años con personajes como Miguel Bosé, Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Óscar Chávez y Edward Albee.

Jorge F. Hernández es autor de “La emperatriz de Lavapiés”, novela que ronda en torno a la memoria y el amor, en un contexto eminentemente taurino, comenta sobre el tema: “Los legisladores actuaron así porque en esa región no existen ganaderías de toros de lidia; de lo contrario, no se hubieran atrevido. Comparto la idea de Fernando Savater, en el sentido de que ha vuelto la Santa Inquisición con su espíritu prohibicionista. También comparto la tesis del matador Luis Francisco Esplá, en el sentido de que los derechos de los animales son unos y los derechos del toro que está creado para la lidia, son otros. Estoy realmente aterrado con el horror de lo políticamente correcto”.

Rafael Inclán, personaje asiduo a los tendidos de la plaza México, afirma: “El toro de lidia está hecho para las corridas, no para comérselo. Cuando andaba bien jodido, llegué a comer bisteces de toro bravo y saben asquerosos, es una carne muy correosa. Si la prohibición se extiende, se acabará la vida de golfos que tienen esos animales”.

El actor agrega: “Tengo ganas de ver llena la plaza de Barcelona antes de que entre en vigor la prohibición, y eso lo va lograr José Tomás. En México no necesitamos una medida así, porque aquí se está muriendo sola la fiesta, a casi nadie le interesa. Si no hay un cartel de relumbrón, sólo van dos mil personas”.

Durante una visita a México, el dramaturgo Edward Albee, autor de “¿Quién teme a Virginia Woolf?” y ganador de tres premios Pulitzer, dijo: “Nunca he visto una corrida, detesto la idea, pero acepto que pueda ser una forma de sublimación. Matamos más toros y vacas para comer que por diversión. En EU tenemos peleas de box y la gente apuesta dinero para ver caer a un hombre, algo que no es para enorgullecernos”.

Joan Manuel Serrat, cuando promovía su álbum “Tarrés” (una especie de alter ego), comentó: “Ni yo ni Tarrés tenemos una actitud defensora de los animales que nos impida disfrutar de ese acto brutal que son los toros. Tarrés y yo vamos de vez en cuando a los toros, pero ahí tenemos muchos problemas. Mientras a mí me gusta más José Tomás, Tarrés es currista; no habla más que de Curro Romero”.

Óscar Chávez: “No soy muy aficionado a los toros, pero es un tema muy rico. Yo entiendo la posición de los que se oponen a la fiesta porque les parece cruel, que sí lo es, pero, paradójicamente, las corridas son una actividad que ha salvado de la extinción a un animal tan portentoso como el toro bravo”.

Joaquín Sabina: “Mi afición taurina está en un momento álgido porque apareció en España un torero, que por cierto se hizo en México, de quien me he hecho muy amigo. José Tomás es un tipo muy especial, él va a mis conciertos, yo voy a sus corridas y hasta me brinda toros. Cada vez que salgo a una plaza a cantar, fantaseo que soy torero”.

El cantante Miguel Bosé, hijo del torero español Luis Miguel Dominguín: “Algunas vez sí llegué a tomar la muleta, en alguna ganadería, en los tentaderos, porque yo era ‘el heredero’ (enfatiza esas dos palabras), pero lo único que conseguí fue un récord que nadie me va poder quitar: pasé más tiempo en el aire que con los pies en el suelo. La verdad es que me temblaban las piernas, simplemente no traía esa información en mi ADN”.