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Cuatro maneras de entender el futbol

Inés Sainz
EL UNIVERSAL | 06/07/2010 |

Holanda contra Uruguay: una semifinal por la que pocos o tal vez nadie hubiera apostado, y no por la falta de talento de alguna de las dos escuadras, sino por la cantidad de obstáculos que tuvieron que librar remando en muchas ocasiones contra pronósticos o inclusive la lógica.

Aunque Holanda desde un principio fue sembrada como una de las más fuertes selecciones que participaban en esta Copa del Mundo, el choque contra Brasil nos hacía suponer que su participación terminaría en esas instancias; sin embargo, después de reponerse a un marcador adverso, nos regalaron 30 minutos de juego de lo mejor que hemos visto en este Mundial.

Jugadores como Robben, Sneijder, Van Persie, entre otros, han sabido encontrar la fórmula que los ha vuelto efectivos, contundentes y precisos a la hora de concretar. Es el único equipo con números perfectos en esta competencia, no ha regalado ni un sólo punto. Por otro lado, tenemos a un sorprendente Uruguay que ha roto esquemas y especulaciones convirtiéndose en el único representante del Continente Americano. Es una pena que llegue tan diezmado a esta semifinal sin dos de sus hombres claves: Lugano y Luis Suárez.

Mientras tanto, la semifinal entre España y Alemania ya está sacando chispas: los teutones tienen una deuda pendiente con La Furia Roja, ya que no olvidan su derrota en la final de la Eurocopa 2008. Alemania ha sido el equipo más exigido de estas semifinales y el que tuvo que recorrer el camino más complicado, dejando atrás a selecciones como Inglaterra y Argentina. Su juego es ordenado, con un relevo sistemático en sus líneas y con precisión matemática en la ejecución de pases. Armas para ganar estamos seguros que tienen; sin embargo, si quieren vencer a España tendrán que conjuntar el carácter que los identifica y el buen futbol que han practicado en este cierre de Mundial.

Por su parte, España ha sufrido más de la cuenta, pero ha ido creciendo en confianza y juego en cada partido; cuenta con dos piezas claves: Xavi Hernández, quién será el encargado de romper las líneas teutonas y desequilibrar su esquema, y David Villa, quien sabe aprovechar las oportunidades que se le presentan y no perdona a la hora de encarar el marco enemigo.

Cuatro maneras distintas de entender el futbol, cuatro estilos, cuatro ilusiones por cumplir y cuatro sueños que alcanzar. Sólo dos están invitados a la fiesta final, pero para llegar a ella tendrán antes que pelear hasta el final y vencer a quienes morirán intentándolo. El espectáculo está garantizado y esperamos ver lo mejor en esta recta final de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010.