Gizehlle García | 16/09/2020 | 11:00
En el artículo de la semana pasada abordé el tema de la disciplina. Ese gran vehículo que te permite cruzar la línea de la zona de confort para adentrarte en una nueva zona en la cual puedes comenzar a crear lo que tú deseas y lograr tus más profundos deseos.
Aristóteles decía: “Somos lo que hacemos repetidamente; por tanto, la excelencia no es un acto, sino un hábito.” Así pues, desarrollando la disciplina podrás crear y mantener buenos hábitos, alineados a lo que desees lograr.
El paso 1 que te compartí en el artículo pasado se refiere a un paso clave con el cual comienza todo camino: elegir tu deseo o tu meta y tomar la firme decisión de comprometerte a llevar a cabo acciones productivas que te permitan construir el camino hacia ellos.
Paso 2: La disciplina sagrada
Este paso se refiere a desarrollar una disciplina que integre todos aquellos hábitos saludables para elevar tu nivel de salud y bienestar físico, mental y emocional. De esta forma, te sentirás con un mejor nivel de energía y con una mente más creativa y enfocada.
A continuación te comparto los 5 hábitos esenciales que forman parte de la disciplina sagrada:
1. Alimentación limpia: La comida es información y medicina. Si deseas lograr una composición corporal más saludable, debes comenzar por nutrir tu cuerpo con alimentos frescos, enteros, y no procesados. En cada bocado tienes la gran oportunidad de llevar a tu organismo información correcta que le permita mantenerse sano y en equilibrio.
2. Hidratación: El agua permite al organismo llevar a cabo todos los procesos fisiológicos y que los nutrientes se transporten a órganos y tejidos. En promedio, una persona debe tomar de 2 a 3 litros de agua cada día, dependiendo de su edad, complexión, actividad física y condiciones geográficas de donde habita. Sin embargo, un primer indicador es la sed. Si sientes sed, significa que ya hay cierto nivel de deshidratación y es necesario hidratarte.
3. Ejercicio: El cuerpo humano fue diseñado para moverse. Se recomienda realizar ejercicio de manera regular, mínimo 30 minutos cada día, para darle movimiento a tu cuerpo y que le permita estar en óptimas condiciones. Elige un ejercicio que disfrutes y que te llene de energía.
4. Relajación: Realizar una práctica o actividad de relajación que te guste te ayudará a disminuir el nivel de estrés, a recuperarte después de un periodo de mucha actividad laboral, a mejorar tu estado de ánimo, a incrementar tu creatividad y atención. Puedes realizar algún ejercicio de minfulness, de respiración consciente o meditación, realizar una lectura o pasear al aire libre y disfrutar la naturaleza.
5. Sueño: Dormir es fundamental para tu salud. En promedio, debes dormir de 7 a 8 horas cada noche, logrando un sueño profundo y de calidad que le permita a tu cuerpo y a tu mente repararse y renovarse. Si deseas mejorar tu calidad de sueño, puedes probar escuchando música especial para dormir con ondas delta, utilizando aromaterapia de lavanda o manzanilla, plantas con cualidades relajantes, realizando una meditación antes de dormir.
Ahora que conoces los 5 hábitos esenciales, te invito a reflexionar sobre qué tan presentes están en tu día a día actualmente, como parte de tu rutina, y en caso de identificar que no los tienes aún, darte la oportunidad de comenzar a crearlos.
La próxima semana te compartiré los siguientes pasos de la disciplina.
¡Hasta la próxima!
Gizehlle García.
Wellness Coach
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