No tengas miedo, porque nada te va a faltar (Homilía)

No dejes que el miedo te  consuma; no vivas angustiado,  pensando en lo que vas a necesitar.

No renuncies a vivir el hoy, por  miedo a lo que va a pasar mañana.

Dios tiene lo que tú necesitas; y en su momento, él te lo va a dar.

Porque Dios no nos dio una vida a medias; también con ésta, nos dio las armas para obtener lo que nos  hace falta.

Por eso, hoy nos dice el Evangelio:  “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.(Jn.10).

Dios es Divina Providencia, porque él es nuestro Divino Proveedor. Él es quien nos abastece, de lo que necesitamos para vivir, tanto en lo material como en lo espiritual. 

Pero no olvides, que “ no solo de pan vive el hombre”. No basta con tener pan de sobra cuando no tenemos una palabra que calme nuestras inquietudes, porque   falta el alimento espiritual.

Y  el pan de nada sirve, cuando se agotan las ganas de seguir luchando. El pan espiritual, es el que te hace fuerte cada día; y  te renueva el deseo de seguir adelante.

Por eso, es necesario el alimento del espíritu; pero si nos negamos a creer, moriremos de inanición espiritual.

La religión, te religa con un ser superior. Y éste,  es el que te hace fuerte de pensamiento.

Por eso, no desprecies el alimento del espíritu. Porque la palabra de Dios te vigoriza el pensamiento; para que así, puedas recuperar las ganas de seguir  viviendo.

La palabra de Dios, es vitamina  del alma, y nos ayuda a tener un pensamiento  positivo y sólido. Porque así, es como le vamos a impedir  la entrada al virus del pesimismo.

Ya que Dios prevé, y provee. Él, es todo providencia; Él,  ya vio con anticipación lo que vamos a necesitar, y ya está preparando la maleta para que continuemos con el  viaje.

Hoy como nunca necesitas de Dios, para que después no tengas que decir como Isaías: “Por poco me he fatigado, en vano e inútilmente mi vigor he gastado. ¿De veras que Yahveh se ocupa de mi causa, y mi Dios de mi trabajo?”. (Is.49,4).

Recuerda siempre, que nunca te va a faltar nada de lo que necesitas;  de lo que verdaderamente necesitas, no de lo que creés estar necesitando.

Y por eso,  decimos con el salmo 22: “ El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas”.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús:

«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:

«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.

Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.

El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».