Guadalupe Pineda sigue enamorando a contemporáneos y nuevas generaciones con su estilo, al triunfar en el Teatro Metropólitan con su concierto especial dedicado a las mamás, ante un público que llenó el foro ubicado en la calle de Independencia, en el Centro Histórico capitalino.
Luego de una obertura instrumental de tres minutos en la que se evocó los temas importantes de la noche, la cantante apareció en el escenario en punto de las 21:25 horas, para abrir garganta con el tema “Qué bonita es esta vida”, con la que dejó en claro que disfruta vivir tanto como cantar, a lo cual recibió la ovación del público que acudió a celebrar el Día de las Madres.
“Esta noche es especial, me da gusto regresar a este Teatro Metrópolitan y hoy quiero que me acompañen con estas canciones”, indicó la intérprete al dar la bienvenida a sus fieles seguidores pra luego sorprender a los espectadores con el tema “Por ti”, éxito el cantautor y actor Óscar Chávez.
Invitó a su público a corear el tema “Cuando vuelva a tu lado”, uno de sus favoritos y que marcaron su vida musical desde sus inicios, por lo que direccionó el micrófono a las gradas, donde hubo un susurro a la letra de María Grever y que hicieran éxito intérpretes como Eydie Gorme, Javier Solís, Libertad Lamarque y Luis Miguel.
Ataviada con un elegante vestido en tono verde manzana, Lupita Pineda generó el nutrido aplauso de los asistentes con un popurrí de Armando Manzanero, para luego invitar al escenario al productor y arreglista de su más reciente disco, Armando Ávila, con quien cantó “Las estaciones”.
La prueba de que su canto aún enamora a propios y extraños quedó de manifiesto en un espectador, que declaró: “Me enamoré de su voz y después de conocerla me enamore de ella en su totalidad, y creo que lo mío no fue amor a primera vista, sino amor a primer oído; hoy mi corazón guarda aún la flecha que cupido me clavó”, dijo Antonio Lozano Gracia, esposo de la cantante.
Aseguró que primero se enamoró de su voz, su talento, sensibilidad: “Cuando la escuché en 1984, con la canción de Te amo, y que la gente bautizó como Yolanda, dije qué mujer tan sensible, tan inteligente, que no tan maravillosa, así que desde ese momento me mandó una flecha que me cautivó y llevamos ya 23 años juntos”.
El abogado de profesión subrayó que lo suyo fue un amor de voz: “Pero en realidad es una mujer excepcional, una gran madre y tierna abuela y en lo personal es una esposa que me tiene enamorado todo el tiempo, tanto que siento aún esa flecha en mi corazón y creo que cada vez se hunde más”.
Así que Lupita Pineda además de entregar su canto a su público, su razón de ser intensa tenía otro motivo como la presencia de su hoy esposo y exprocurador general de la República en el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, al interpretar temas como: “Ejes de mi carrera”, “Gracias a la vida”, “Amarraditos”, “Contigo a la distancia”, “Unicornio”, “Todo cambia” y “Tu voz”, esta última con la que hizo recordar a Celia Cruz.
La tía del cantautor, Pepe Aguilar, siguió con las sorpresas musicales al cantar “20 Años”, “Como fue” y “El tiempo de Ti”, interpretada a dueto con María Leon y rematar con “Costumbres” de Juan Gabriel y un popurrí de Joan Sebastián y Marco Antonio Solís, así como otro de tríos, con lo que cubrió una amplia gama de géneros musicales que han marcado su vida artística.
Lupita Pineda cumplía su promesa de sorprender a los fieles seguidores al cambiar de atuendo e invitar al mariachi a que le acompañara con títulos como “Serenata huasteca” y “Las Mañanitas”, dedicadas a las mamás adolescentes, jóvenes, adultas y de la tercera edad que se dieron cita al llamado de su canto.
Motivó de nueva cuenta al público cuando interpretó “Si nos dejan”, “Cielo rojo”, “Así fue”, “Cuando sale la luna” y “Puño de Tierra”, con lo que logró un coro monumental de por lo menos tres mil asistentes que corearon “Amor eterno” y “Yolanda”, dos temas que marcaron su vida como una de las mejores intérpretes.
Por último, Lupita Pineda agradeció en todo momento la respuesta de cariño, respeto y amor, que su público enseguida le profesó al corear también “Jacinto Cenoibio” y “Acá entre nos”, esta última dedicada al maestro Martín Urieta.