Agencia | 24/01/2019 | 01:28
La situación por la que muchas hemos pasado es la siguiente: Has pasado seis meses -o un año, quizás- sin cortarte el cabello, esperando que, por fin, llegue a ese largo que tanto esperabas y que te permitirá jugar con él cuando lo tengas suelto o recogido. Pero, si bien ya tienes la melena que soñabas, tanto tiempo sin mantenimiento se dejan notar y tus puntas están secas y abiertas. Cortarlas, es el toque final que necesitas para que tu cabellera luzca perfecta. Vas a la peluquería, pides que te corten ¡solo las puntas, por favor! y media hora después sales del salón con un lob que no querías.
Y es que es cosa tricky eso de pedir un corte solo de puntas. Es muy común que te rebajen más centímetros de los que esperabas y entonces debas comenzar otra vez la cuenta regresiva para presumir melena XL.
Esos días de confusión y cortes inesperados han llegado a su fin, porque ese que tanto has pedido, existe y tiene nombre. Cuando entres a una peluquería con el objetivo de solo retocar tus puntas, de manera que se vean más sanas, lo que debes pedir es el Dusting, procedimiento que consiste en cortarlas lo mínimo que se pueda, si acaso cinco milímetros, de tal manera que cuando salgas a la calle, nadie más -sino tú- noten que te estuviste a merced de las tijeras minutos antes.
Con el Dusting retocarás de manera efectiva tu melena. Esto permitirá que tu corte se vea más definido y limpio, en el caso de cabelleras finas y largas. Por su parte, con esta técnica, aquellas que tienen mucho pelo, podrán reducir el volumen, si es algo que deseen, sin sacrificar el largo.
Expertos recomiendan terminar el procedimiento con un tratamiento hidratante que permita sellar aun más las puntas, como puede ser uno a base de proteínas y colágeno.