Lilia Quevedo/Plano Informativo | 23/11/2018 | 01:11
Hay personas que encuentran en sus mascotas un apoyo emocional, más que verlos como animales de compañía, son otro miembro de la familia. Los llamados "dog lovers" hacen gastos excesivos en sus mascotas, que muchas veces sobrepasa el sueldo promedio.
Una mascota implica un esquema de vacunación, honorarios de un veterinario, comida, gastos de estética y accesorios, todo para que el animal tenga una vida saludable. Sin embargo, hay personas que gastan en extravagancias, dejando de lado las necesidades personales y familiares.
Normal, un grado de afecto
Sarah Antonieta Navarro Sánchez, directora de la Clínica Psiquiátrica Dr. Everardo Newmann Peña, señaló que este problema puede ser de grado variable, desde las personas que en condiciones normales tienen un cuidado especial hacia su mascota, los que rescatan perros de manera altruista e incluso los que colaboran para los refugios de animales callejeros, estos comportamientos entran dentro de los parámetros de conducta sana.
Mascotas de uso terapéutico
"Luego tenemos algunas variables, como las personas que tienen detectado algún problema del estado de ánimo como depresión o ansiedad, donde el tener una mascota, ocuparse de ella y realizar su cuidado pudieran servir como una alternativa de acompañamiento terapéutico".
Gastar demasiado en la mascota, un grave síntoma
En tercer lugar se encuentra la expresión de algunos trastornos mentales que pudieran provocar el gasto excesivo del dueño de la mascota en cuestión.
"Por ejemplo pudiera ser esta parte de gastar más de lo que se tiene, en un síntoma de algún trastorno, por ejemplo del trastorno bipolar que pudiera llegar a caracterizarse por gastos, no sólo en esa esfera, sino por gastar en general, además de las mascotas".
Queda mucho por estudiar en estas relaciones
Aunque la comunidad psiquiátrica y psicológica aún no ha llegado a plantearse la posibilidad de estudiar algún trastorno relacionado con el cuidado excesivo de las mascotas, la aprehensión, el cuidar más la relación con la mascota que con las personas e incluso tratar al perro y gato como si fueran un hijo, podría revelar dificultades sociales o incluso trastornos mentales.
"Pudiera también corresponder a algún problema de vínculo social, en donde la persona que tiene dificultad para relacionarse con otros, se ve suplida o complementada por el exceso de cariño, cercanía y cuidados humanizados hacia una mascota, eso en el terreno del ámbito psicológico".
En el terreno social, hay varias determinantes que pueden influir, entre ellos el estilo y la cultura de la vida moderna, donde ya es común en el medio social que exista una mayor atención y cuidados hacia la protección de los animales.
"Eso ha favorecido mucho que se tengan estas conductas humanizadas, lo más recomendable es acercarse a un experto en la medicina veterinaria para que les indique cuáles son las conductas óptimas para el desarrollo de la mascota y no caer en la tendencia de tratarlos como se trataría a un miembro de la familia, en términos globales, a veces no es lo más recomendable para la mascota", concluyó.