El comportamiento impredecible de los fenómenos naturales, producto del cambio climático, ha provocado catástrofes naturales que no se habían visto antes. Armadillo, Venado y ahora Santa María del Río, forman parte de los municipios que han sufrido afectaciones tras el paso de las lluvias.
Luis Gerardo Aldaco Ortega, titular de la Coordinación Estatal para el Fortalecimiento Institucional de los Municipios (Cefim), señaló que ningún municipio del estado se puede dar el lujo de no contar con un plan de contingencias ante desastres naturales, “los efectos del cambio climático, han demostrado que a cualquier demarcación le puede ocurrir una desgracia”.
De acuerdo al Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales 2017 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), únicamente Santa María del Río, Guadalcázar, Villa de Ramos, Tamuín, Ciudad del Maíz, Tamasopo, Villa de Arista y Cerro de San Pedro, cuentan con un “Análisis de desastres o emergencias”.
Este diagnóstico revela que el 86.2% del estado está desprotegido, ni siquiera la capital potosina cuenta con su propio análisis.
“Lo que vemos ahorita que está sucediendo es un exceso de confianza, o a lo mejor no están preparados para recibir la cantidad de agua que cayó en estos días”.
Los municipios que tienen menos de cuarenta mil habitantes difícilmente van a poder tener personal de Protección Civil, en el mejor de los escenarios tienen uno o dos operarios, incluso algunos carecen de recurso humano o hasta recurso económico para poder habilitar estos departamentos.
La incapacidad de los municipios para lidiar con los problemas ocasionados por las emergencias naturales, no se limita a la participación de Protección Civil, también se debe a que los cabildos han autorizado desarrollos habitacionales en zonas que no son propicias.
“La mayoría de los municipios tienen vicios que se han estado repitiendo de administraciones anteriores, de autorizar asentamientos en zonas no propicias para la construcción”.
Se tiene que fortalecer la cultura de la prevención ante las situaciones de riesgo. “Ya es imposible descartar, decir que aquí no va a suceder, hoy ya está demostrado que sí sucede, es importante que las autoridades municipales puedan estar fortaleciendo estos esquemas preventivos, pero además reglamentarios y del cumplimiento de la ley”.
Estos esquemas se tienen que intensificar, sobre todo cuando el municipio tiene vocación turística, para meter algún tipo de puntos o de tema sobre la preservación de los parajes turísticos, de los cuidados en temporada de lluvias y en el crecimiento de ríos.
El tema también se relaciona a las reglamentaciones viales, pues los propios municipios han permitido que el ciudadano se pueda estacionar en zonas que no son propicias para hacerlo en temporada de lluvias.
“No puede ser que haya coches que están estacionados donde hay una actividad de agua, donde pasa un río, es importante que la autoridad haga valer estas restricciones, con el objetivo de prevenir este tipo de situaciones”.