El Ayuntamiento de Tel Aviv trata de batir el récord Guinness de la torre de Lego más alta del mundo con una construcción de 36 metros de altura desvelada el miércoles y para la que se han utilizado más de medio millón de ladrillos de la conocida marca de juguetes.
Este particular proyecto se mostró en la plaza Rabin de Tel Aviv, llamado Torre Omer en homenaje a Omer Sayad, un niño que falleció a los 8 años de edad a causa de un cáncer y al que le encantaba jugar con este tipo de piezas.
La iniciativa, impulsada por los familiares y educadores del niño, ha contado con el apoyo de 26 centros comunitarios de Tel Aviv y el asesoramiento de la asociación "Jóvenes Ingenieros". Una campaña protagonizada por los compañeros de clase de Omer promovió la donación de piezas en las escuelas. Las grúas culminan ahora un trabajo educativo y social en el corazón de la ciudad israelí. En las piezas se pueden leer inscripciones en hebreo y árabe.
"Su familia y profesores promovieron esta maravillosa iniciativa. La 'Torre Omer' perpetúa su memoria", asegura el vicealcalde Assaf Zamir frente a la fachada del consistorio de una ciudad volcada con el mar y, en los últimos años, con cada vez más rascacielos. Ninguno tan frágil y especial como la 'Torre Omer'.
Las partes de esta gran estructura fueron montadas en centros sociales del municipio entre los días 12 y 20 de diciembre, durante los que se animó a los residentes a participar en esta curiosa iniciativa, y en los últimos días se han ensamblado con la ayuda de operarios y grúas.
El récord actual para una torre de ladrillos de juguete está en 35,05 metros en Milán