Orgullo y tradición potosinos

San Luis Potoí, SLP.- De las más de 600 empresas del sector industrial, además de constructoras, comercios y hoteles, un buen número siguen siendo potosinas, y hasta el momento no se han visto en la necesidad de vender a empresarios nacionales y/o regionales y extranjeros.

Coronado era una empresa 100 por ciento potosina, dedicada la venta de leche, en un principio, y luego de cajeta y dulces. Tuvo que vender a Televisa para posteriormente ser adquirida por el Grupo Bimbo.

Mole Doña María decidió vender su marca, en la década de los 70 a don Enrique Hernández Pons (sobrino de Doña María), dueño en aquel entonces de Grupo Herdez. Un hombre con gran visión empresarial que concentró sus esfuerzos en el mole y los nopales, adaptó las instalaciones de la fábrica para cumplir con las medidas sanitarias y de calidad requeridas y también con los rigurosos estándares de producción de Grupo Herdez, sin perder de vista la receta original de los moles Doña María. Diez años después, a principios de la década de los 80, incrementó la capacidad de producción y se trasladó de nuevo las instalaciones de la planta a la Zona Industrial de San Luis Potosí, donde actualmente se sigue produciendo.

En Aceros San Luis, otra de las empresas importantes de la Zona Industrial, los accionistas mayoritarios ahora son jaliscienses.

Hace unas décadas, Leche San Luis y Turbo fueron de las empresas importantes aquí, pero por diversas situaciones cerraron sus plantas.

El presidente local de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Raúl Martínez Jiménez, explicó que una empresa tiene un rango de crecimiento y llega un punto en el que el crecer más es muy costoso, esto tiene que duplicar o triplicar su gasto. En el caso de Carranco, la mejor decisión fue que se asociara con una marca nacional (Alpura) "y nos lleva a la congruencia de un empresario potosino, y no a la decisión de votar la empresa por dinero".

Indicó que hay empresas nacionales que han absorbido a las potosinas, debido a que les pagan muy bien sus plantas, pero la paternidad debe conservarse y una sociedad es más congruente.

Por su parte, el presidente de Ipac, Guillermo Aldrett Rodríguez, consideró que hay muchas y son infinitas las situaciones, cuando decide vender, "cuando definitivamente no alcanza el recurso económico, porque está creciendo y el punto de equilibrio y ya no existen facilidades para créditos, porque se requiere de liquidez, y vendiendo es parte de la solución. Otro de los puntos es que la empresa tiene un proceso de sucesión, que es cuando los fundadores de la empresa tienen que heredar la infraestructura, y los herederos no están preparados para la administración de las mismas, por eso algunas empresas potosinas se han tenido que vender, por la falta de capacidad para sostenerlas".

Destacó que en Ipac tienen alrededor de 140 empresas afiliadas, y todas son totalmente potosinas.

El presidente local de Canaco-Servytur, Alejandro Pérez Rodríguez, dijo que la venta de las empresas potosinas a empresarios nacionales o extranjeros, puede ser por estrategia, para que siga con el crecimiento de la misma, no perder la marca que crecieron con generaciones anteriores.

"Otro de los factores que vemos es que las familias van creciendo y se tienen herederos, después surgen los problemas entre ellos y por eso optan por venderlas, pero el nombre debe mantenerse, porque esa marca ya está bien reconocida, pero debe seguir y sólo con nuevos dueños".