Con 26 años, Cooper Hefner, el menor de los cuatro hijos de Hugh Hefner, heredará una de las marcas más famosas del mundo, Playboy, y, por lo menos, 43 millones de dólares. Una cuarta parte de la fortuna del empresario.
Hefner murió el miércoles, a los 91 años, y le sobreviven su esposa, Crystal Harris, y sus hijos Christie, David (ambos, de su primer matrimonio, con Mildred Williams Gunn), Marston y Cooper (estos dos, fruto de su unión con la conejita Kimberley Conrad). Sin embargo, y a diferencia de lo que tradicionalmente ocurre en otras empresas familiares, el más pequeño quedará al frente de Playboy, según el Daily Mail.
Cooper creció en la Mansión Playboy y estaba muy unido a su padre, especialmente en el gusto por las mujeres, el cual le ha acarreado problemas: en 2012 fue condenado a cumplir un año en un programa de violencia doméstica por maltratar a Claire Sinclair, su pareja, de quien tuvo que permanecer alejado por tres años. Hoy está comprometido con la actriz inglesa Scarlett Byrne, quien, al igual que la madre de Cooper, ha posado desnuda para la revista.
El reto para el joven será reorganizar la franquicia y orientarla a un nuevo público, como ha manifestado en algunas ocasiones. Hoy, Playboy vende casi 600 mil ejemplares, cuando en 1972 marcó su mayor registro, de 7 millones.
La empresa no divulgó información sobre los planes para el funeral del magnate, pero Hefner es dueño de un terreno en el cementerio Westwood Village Memorial, en Los Ángeles, situado al lado de la tumba de Marilyn Monroe, quien apareció en la primera portada de Playboy.
Hefner compró el espacio en 1992 por 75 mil dólares y según TMZ reposará junto al símbolo sexual de Hollywood.
