Desde hace 10 años habitantes de la comunidad de Rancho Nuevo, en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, han tenido que aprender a vivir a lado de la basura, con enfermedades y el penetrante olor a podrido que desde lejos se percibe, toda vez que el tiradero a cielo abierto en esa comunidad no se ha podido regular y mucho menos reubicar.
Los habitantes de la comunidad ya no quieren hablar, dicen que “para qué”. Desde hace 10 años comenzaron a llevar entre 300 y 400 toneladas de basura diarias, por lo que de inmediato presentaron problemas de salud, enfermedades respiratorias y sus terrenos se han visto invadidos por la basura que ahí, camiones recolectores del municipio y particulares, depositan.
El tiradero a cielo abierto está ubicado a la orilla del Periférico Norte, junto a un fraccionamiento privado, a unos metros de la carretera desde la que se logra ver los cerros de basura que ahí se encuentran, donde campos de futbol, áreas verdes, milpas y cultivos también se han visto afectados por los biogases y lixiviados que generan los desechos, violando la norma 083.
Habitantes de Rancho Nuevo, al ver nuestra presencia comienzan a entrar a sus casas, pepenadores que se encuentran dentro del basurero se esconden entre las montañas de basura, no quieren hablar por alguna razón, como lo afirmó un habitante.
“Nosotros tenemos viviendo en esta comunidad desde hace 20 años, hace 10 pusieron este tiradero, hemos ido a las instancias de gobiernos municipales tanto de Soledad como de San Luis Potosí, ha venido instituciones ambientales, pero nada más vienen a ver y no hacen nada”, dijo.
Señaló que desde hace 7 años les prometieron que lo iban a reubicar, sin embargo hasta la fecha se siguen depositado desechos urbanos, asimismo, explicaron que las clínicas y hospitales también van y depositan los desechos a cielo abierto, causando enfermedades e infecciones a los niños, como sarampión y rubiola.
Infecciones en la piel son el problema mayor que presentan los habitantes cada cierto tiempo, tanto niños como adultos se rascan brazos, cuello, cabeza, por la exposición a los residuos.
Aproximadamente una hectárea de terreno se encuentra atestada de basura de todo tipo, alrededor del basurero ya se encuentran fraccionamientos, una universidad, parcelas, carreteras y una comunidad que es la que se ve afectada en mayor grado, ya que solo unos metros son los que los separan de la basura.
Los riesgos para la salud son visibles como las infecciones cutáneas, asimismo ellos hablan de que sus derechos humanos no han sido respetados en cuestión de la calidad de vida, además argumentan que el agua se ve contaminada por los lixiviados que arrojan los residuos, contaminan las pequeñas parcelas que son el sustento de las familias.
A la fecha no existe control sobre el tipo de desechos que se depositan en el tiradero que colinda con la comunidad de Rancho Nuevo, por lo que los habitantes son afectados constantemente por fauna nociva que desde la basura se reproduce, sin embargo aseguran que no se ve para cuando puedan remediar la zona, no hay la certeza de que en el futuro inmediato puedan retirar el basurero que los está enfermando.
Mientras hablan de su situación no dejan de lavar sus pertenecías, acomodan sus plantas que adornan la fachada de su casa, siempre con comezón, dicen con la mirada hacia abajo, porque advirtieron que de este tema ya no pueden hablar.