El Estado Islámico (EI), que está acaparando los focos internacionales, cuenta en el continente africano con un aliado yihadista que también practica el terrorismo indiscriminado con una eficacia alarmante.
Al igual que el EI, Boko Haram dispone de importantes fuentes de financiamiento, lo que le permite una gran movilidad y llevar a cabo atentados terroristas de cierta envergadura en varios países del noroeste de África.
La organización humanitaria Human Rights Watch considera que en los últimos cinco años, más de 3 mil personas han sido asesinadas como consecuencia de la actividad terrorista de Boko Haram, que busca establecer la ley islámica (sharia) en Nigeria, el norte de Camerún y Níger.
El grupo radical islámico de origen salafista ataca a otros musulmanes y cristianos a los que considera apóstatas, y la revista Forbes lo ubica en la sexta posición del ranking terrorista internacional por su volumen de negocio.
Boko Haram estaría recaudando unos 52 millones de dólares anuales provenientes de los secuestros e impuestos religiosos, aunque se le considera como uno de los más temibles grupos terroristas del mundo por su alto grado de violencia.
"Las vías de financiación de Boko Haram proceden de los secuestros, extorsiones, robos de bancos, ocupaciones de bancos en las ciudades que han tomado y también hay una financiación importante que es el impuesto religioso musulmán, azaque, que es una de las cinco obligaciones de los musulmanes sunitas", señaló a REFORMA José Enrique de Ayala, General retirado del Ejército español y analista de la Fundación Alternativas.
El azaque, un impuesto voluntario de carácter religioso que circula entre poblaciones musulmanas de diferentes países o regiones, proviene de todo el mundo musulmán en general y, dentro de estas redes del yihadismo, puede ser que haya donantes de países ricos del Golfo, pero es algo que no está comprobado, según el experto en terrorismo.
"El impuesto religioso es muy complicado de atajar porque circula en maletas, de mano en mano, de familia en familia y de país en país. Y es muy difícil por tanto detectar estos movimientos que no se realizan a través de cuentas bancarias.
"Sobre los secuestros, extorsiones o robos de bancos resulta igualmente complicado cortar las fuentes de financiación", agregó el General español.
En marzo de 2015, el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, hizo una declaración de adhesión al EI.
En sus inicios el grupo yihadista mostró vinculaciones con Al-Qaeda, pero recientemente manifestó que rendía obediencia a la milicia sunita que opera en Medio Oriente.
"Se trata de una declaración más teórica que práctica porque no hay una relación directa de subordinación, ya que no creo que llegue orden ninguna a Boko Haram desde Siria o Irak".
El analista de la Fundación Alternativas considera que para enfrentar al EI y a Boko Haram no existe otra vía que la militar, para lo que habría que desplegar fuerzas terrestres si se busca una victoria total.
"Son movimientos muy fanáticos, violentos y sanguinarios, ante los cuales cualquier tipo de diálogo es inviable. Además, no se van a convertir de repente a la paz.
"Eso sí, creo que la solución militar tendría que ser regional, de la gente y los países que están sufriendo el problema, países del área, no occidental", precisó el General De Ayala luego de enfatizar que es el país anfitrión el que tiene que solicitar una intervención foránea para que ésta sea legal.
"Alternativamente hay una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que aplica el capítulo siete de la carta de la ONU, que autorizaría una acción militar sin permiso del país. Pero esto es bastante inverosímil que suceda porque habría oposición sobre todo por parte de Rusia y China".
"Hay países como Malí y República Centroafricana que han llamado a Francia o la Unión Europea a intervenir y a colaborar con ellos en la lucha contra el yihadismo. Pero insisto, tiene que pedirlo el país anfitrión y Nigeria no lo ha hecho", reiteró.
Los analistas achacan a Occidente cierta responsabilidad en el surgimiento del EI que nació tras la invasión a Irak y que se inspiró en Al Qaeda, algunos de cuyos líderes como Osama Bin Laden contaron con el apoyo de Estados Unidos en Afganistán cuando los mujaidines luchaban contra la intervención soviética en los ochenta.
En el caso de Boko Haram, la situación es distinta.
"El EI surgió en Irak, donde no había terrorismo yihadista con Sadam Hussein. Sobrevino después de la guerra, con la expulsión de Hussein y cuando se dejó a todos los sunitas en la calle creando un caldo de cultivo para las milicias yihadistas que se alimentaron de Al-Qaeda.
"Pero en el caso de Nigeria el problema es que el norte es musulmán y el sur cristiano, prácticamente al 50 por ciento, y se ha desarrollado una facción extremista del islamismo radical que ha derivado en movimiento armado y yihadista" indicó el experto.
Sin embargo, de manera indirecta, Occidente sí habría incidido en el desarrollo del yihadismo en el continente africano.
"Al-Qaeda tuvo bastante acción en Somalia, Yemen y en el cuerno de África y es evidente que para Boko Haram supuso un modelo a seguir. Pero en Nigeria no ha habido intervención occidental como la que hubo en Irak.
"Boko Haram surgió por generación espontánea entre la población musulmana del norte de Nigeria que se ha radicalizado tomando el ejemplo de otros, por lo que no se puede achacar a Occidente el nacimiento de Boko Haram, al menos de una manera directa ya que indirectamente sí ha tomado como ejemplo a Al-Qaeda en cuyo nacimiento sí intervino Occidente", concluyó el general español.