Los paros cardiacos pueden prevenirse si se detectan anticipadamente.
San Luis Potosí, SLP.- Los ataques del corazón se producen cuando se obstruyen las arterias coronarias, lo que provoca un riego sanguíneo insuficiente y, en pocos minutos, puede causar una muerte súbita cardiaca. No obstante los paros cardiacos pueden prevenirse si se detectan anticipadamente.
A continuación la principal sintomatología de un pre-infarto:
Dificultad para respirar, la cual aparece antes de numerosos infartos, particularmente entre las mujeres, incluso puede comenzar meses antes de que suframos un ataque al corazón. Normalmente está acompañada de una gran fatiga.
Dolor torácico, muchas veces descrito como una sensación opresiva e intensa que se localiza en el tórax (en el pecho). Los pacientes a veces lo expresan como una coraza que les aprieta el corazón; otras veces lo describen como una sensación de quemazón, o incluso de muerte inminente.
Cabe destacar que este malestar no siempre aparece en el tórax; otros lugares donde puede localizarse son: a nivel del estómago (confundiéndose frecuentemente con una indigestión), en los brazos, en la espalda, en la mandíbula o en el cuello.
Sudoración excesiva, aunque no estemos haciendo ejercicio, puede ser una señal de que nuestro corazón tiene un problema. El bombeo de sangre a través de arterias obstruidas requiere que nuestro corazón haga un esfuerzo mayor al habitual, la temperatura corporal aumenta debido a este esfuerzo y nuestro cuerpo suda para tratar de mantenerla a raya.
En ocasiones los paros cardiacos vienen precedidos por problemas digestivos, que incluyen náuseas y vómitos.
Es importante precisar que la sintomatología de un infarto es diferente entre hombres y mujeres, ya que estas últimas no sienten opresión, o sensación de peso, solo sienten punzadas, náuseas, dificultad al respirar o dolor en el abdomen, por lo que se puede confundir con otros problemas de salud, demorando de esta manera el diagnóstico correcto.
Cabe recalcar que no siempre estos síntomas indican que vayamos a sufrir un ataque al corazón, pero es mejor prevenir que curar. Muchas personas no actúan con suficiente rapidez.