espectáculos

Pete Docter, un genio de la animación

El genio de Pixar pasó de dibujar monitos en su libro de matemáticas a convertirse en una de las grandes referencias de la animación cinematográfica.

Pete Docter creció amando el cine y la animación. Desde entonces sabía que quería dedicarse a esta industria y obtener el “mejor trabajo del mundo”.
 
"Nunca me imaginé que estaría en la Ciudad de México promoviendo la película (Intensa-mente) que tanto me enorgullece”, dice desde un salón del hotel Four Seasons, donde afirma que cada día busca honrar con su trabajo el privilegio de ser director de cine.
 
Su amor por el dibujo y la ilustración lo llevó a la universidad de Minnesota y posteriormente al California Institute of the Arts (CalArts), donde realizó sus primeros documentales: Winter, Palm Springs y Next Door, con el que ganó un Oscar estudiantil.
 
"Crecí como un chico tranquilo y algo torpe. Yo era feliz sentado en mi habitación haciendo dibujos. Pero tan pronto como me di cuenta de que podía hacer que esos dibujos se movieran, me enganché”, declaró en alguna ocasión.
 
El destino, y una recomendación de un profesor de CalArts, llevaron a Docter a una cita con John Lasseter, quien le ofreció trabajo en una pequeña compañía de nombre Pixar, que buscaba abrirse camino en la animación.
 
Docter, quien soñaba con trabajar en las películas de Disney, pensó que era una gran oportunidad para acercarse al proceso de filmación, por lo que decidió creer en Lasseter, quien junto con Steve Jobs, fundó la empresa de animación más poderosa y exitosa del mundo.
 
¿Más que Disney? La respuesta es sí, pues luego de un acuerdo de distribución por sus primeras películas, el estudio de Mickey Mouse “adquirió” a Pixar vendiéndole un porcentaje de sus propias acciones, porque de otra manera sabía que Lasseter y sus genios acabarían por devorárselos.
 
Ese tridente coescribió y animó, con sus propias manos, la primera película de animación generada completamente por computadora: Toy Story.
 
Ese largometraje estrenado en México el 21 de marzo de 1996, cambió para siempre la historia de la animación y sentó las nuevas reglas de la industria. Y ese era apenas el principio.
 
Docter se encargó del storyboard de Bichos y coescribió Toy Story 2, para luego volcar su talento en su primer trabajo como director: Monsters Inc., cuyo título fue sugerido por Joe Grant, coescritor de Dumbo, una de las películas favoritas de Docter.
 
La cinta que narra la amistad entre entre Sulley y la pequeña Boo, se convirtió en un suceso en la taquilla al recaudar más de 550 millones de dólares en todo el mundo y le mereció a Docter una nominación al Oscar.
 
Después de conocer al realizador, es imposible no pensar en las similitudes que tiene con James P. Sullivan, su protagonista, comenzando por la altura (mide 1.95 metros) y terminando por su rostro serio y analítico, que se transforma automáticamente cuando sonríe.
 
Entonces Docter y Andrew Stanton concibieron la historia de WALL*E, para luego concentrarse en Up: una aventura de altura, que el 13 de mayo de 2009 se convirtió en la primera película animada en inaugurar el Festival de Canes y la primera película de Pixar en 3D. Up le otorgó su primer Oscar en 2010 como Mejor Película Animada del año.
 
"Nunca imaginé que hacer dibujos animados en mi libro de matemáticas en el tercer grado de primaria me llevaría a esto”, señaló, con el Oscar en la mano, el nacido en Bloomington, Minnesota, en 1968.
 
Y todo apunta a que nuevamente recogerá la estatuilla dorada por su más reciente trabajo: Intensa-mente (Inside-Out), sobre todo después de los efusivos aplausos y las favorables reseñas tras su función en el Festival ?de Cannes.
 
Su familia, la gente que lo rodea y su entorno son su fuente de inspiracion, aunque otras veces prefiere sentarse a dibujar y dejarse llevar por su imaginación.
 
Pero lo que sucede en Pixar, es un trabajo en equipo, como lo detalla Ed Catmull, cofundador de Pixar Animation Studios en el libro ?Creatividad S.A.
 
"Ellos son divertidos, concentrados, inteligentes e implacablemente sinceros cuando discuten entre sí”, señala el autor al referirse a la dinámica entre John Lasseter, Andrew Stanton, Pete Docter, Lee Unkrich y Joe Ranft.
 
Pero lo más importante, nunca se dejaron frustrar por los problemas estructurales o personales que puedan tener.
 
"En Pixar tratamos de crear un ambiente donde la gente quiera escuchar las ideas de los demas (incluso cuando esas notas pueden ser desafiantes), y donde todo el mundo tiene un interés personal por el éxito de los demás. Nosotros les damos a nuestros cineastas libertad y responsabilidad”, apunta el ejemplar.
 
"Todo está en nuestra mente”, señala Docter, quien se inspiró en su hija para la historia de su cinta, que en sus propias palabras trata de “unos padres que aman a su hija (Riley) y que quieren aferrarse a esa etapa de niña”.
 
"Crecer es una de las cosas más duras. Es difícil y necesitas tus emociones para ello”, detalla el vicepresidente creativo de Pixar.
OTRAS NOTAS