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El Testamento del Judas

Filiberto Juárez Córdoba | 04/04/2015 | 12:13

Dentro de las tradiciones de la Semana Santa o Semana Mayor, las del Sábado Santo, ante conocido como Sábado de Gloria, tiene un sabor de liberación pues cesa el ayuno y quedaron atrás los días de luto y recogimiento. Los baños a cubetazos, la quema de monigotes, desfiles festivos, y diversas expresiones en las que el ingenio popular sale a relucir caracterizan el Sábado Santo, en muchos puntos de la geografía nacional.

En algunas poblaciones, entre las que se incluyen varias de la Huasteca, durante la Quema del Judas, se leen versos, elaborados por poetas y versificadores locales, trovadores reconocidos y lugareños ingeniosos, en las que se reparten los bienes que dejó Judas, entre las personalidades de la sociedad en todos sus niveles. Una tradición que sirve para el desahogo social, para la crítica mordaz, para fustigar a quienes se pasan de vivos y para diversión de todos. A pesar de que a veces los versos suelen ser bastante fuertes en los señalamientos.

Nadie se siente agredido y ser tomado en cuenta en ellos, es una forma de saber quienes tienen estatus. Muchas veces quienes son más señalados en esas manifestaciones populares son los más entusiastas promotores y hasta patrocinadores, porque saben que su influencia e importancia se mide por la forma en que el pueblo los toma en cuenta. Aquí una modesta aproximación a lo que es el Testamento de Judas. Hay que decir que este tipo de manifestaciones populares generalmente son al filo del mediodía.  

 

El Testamento de Judas

 

Soy el Judas Iscariote

Emblema de los malvados,

Sin hacer mucho borlote

A todos dejaré heredados.

 

A todos, sin comentarios

Dejaré mis propiedades

No necesito notarios

Yo tengo sus cualidades.

 

A Toranzo de herencia fiel

Le dejo a mis seguidores,

Ya todos andan con él

Ayudándole en sus labores.

 

Una brújula de mi caudal

A Toranzo heredada está,

Que sepa, aunque sea al final,

A dónde exactamente va.

 

Le heredó a Mario García

Desde ahora mis huaraches,

Que los use todos los días

Caminando entre sus baches.

 

Mi espíritu comunicativo

Dénselo a González Sierra,

Pues en eso es muy activo

En todo lugar de la tierra.

 

A Cándido qué le dejo

Pues debo darle buen trato

Dice el pueblo, por parejo,

Que él es mi vivo retrato.

 

A Teófilo le he dejado

El veliz de mi equipaje

Pues anda de viaje en viaje

A costillas del senado.

 

Oscar Vera está advertido

Que lo nombro mi abogado,

Pues como yo ha destacado

Y hasta tiene su partido.

 

Al rector Del Villar, sin dudas,

Desde hoy le voy a heredar

A los discípulos de Judas,

Pa’ que los ponga a estudiar.

 

Mi lealtad al gran Maestro

Dejo a líderes del SNTE

Que la usen de modo diestro

Para atender a su gente.

 

Mi poder de persuasión

Lo dejó a los candidatos,

Quieren ganar la elección

A pura lengua los ingratos.

 

Den a Sonia mi fotografía,

Hecha con técnicas rudas,

Publicarla bien podría,

Diciendo “Todos somos Judas”-

 

Una soga castigó mi hazaña

Con ella me ahorque, de verás,

Dénsela al Güero Carreras

Pa’ que amarre su campaña.

 

Al Calolo, sin demora

Den mis túnicas escuetas,

Pa’ que haga más camisetas

De las que anda usando ahora.

 

Qué le dejaré a Govea

De herencia para su avío

Si dicen que ya pelea

Teniendo todo lo mío.

 

Lo que aprendí en mis andanzas

Dejo al PRI pues se devela

En seguir mis enseñanzas

Y en ser mi mejor escuela.

 

El gas de mis intestinos

Den al Verde por favor

Dicen que huelen mejor

Que todos sus desatinos.

 

Al PAN dejo como herencia,

Que al fin ya la sabe usar,

Mi habilidad y experiencia

En el arte de negociar.

 

Al PRD qué le dejo

Pa’ agradecer sus ayudas,

Si todos dicen parejo,

Que es un refugio de Judas.

 

A los demás partiditos

Denles algo de mi fama,

Pues el pueblo les reclama

Que hasta en eso son mediditos.

 

El olor de mis axilas

Dénselo a los industriales

Pa’ que conozcan los males

Que producen sus maquilas.

 

A los líderes sindicales

Que les den sin dilación

Las monedas de mi traición,

Pues cobran cuotas iguales.

 

Voy a heredarles cuanto antes,

Mis despojos en primera instancia

A todos los comerciantes,

Hasta de eso sacaran ganancia.

 

A todos los policías

Dejo mis costumbres rudas

Pues dicen que en estos días

Se han vuelto el alma de Judas.

 

Es muy largo el testamento

Pues señalo con orgullo,

Que de Judas, al momento,

Todos reclaman lo suyo.

 

La Humanidad se ha empeñado

En sus actitudes rudas,

Pues de la Herencia de Judas,

Hasta hoy nadie se ha escapado.

 

Agarre cada quien su parte

Que cada quien, en su existencia,

Va cargando con la herencia

De mi milenario arte.