A SLP ya se le está quitando lo mocho, dice empleado.
San Luis Potosí, SLP.- Con la cercanía del llamado Día del Amor y la Amistad, lugares donde la venta de artículos no es para cualquiera y se hace casi a escondidas, son socorridos por los que buscan celebrar de forma especial el día de los enamorados. Todo mundo ha pasado frente a una, todos saben que venden ahí, todo mundo especula que secretos esconden esas tienditas “raras” llamadas sex shop, sin embargo, son pocos los que las conocen y más pocos aún los que reconocen haber entrado a una de éstas y haber salido con algo en las manos.
“La gente piensa que aquí huele a sexo, a pecado, lo que pasa es que San Luis sigue siendo mocho para muchas cosas pero como que ya se le está quitando”, dice Marco, encargado de una de éstas tiendas donde se pueden encontrar desde lubricantes, disfraces, dildos de todos los tamaños hasta extrañas cadenas y látigos cuyo uso está reservado solo para verdaderos amantes de la variedad sexual.
Para evitar caer en sanciones, la mayoría de éstas tiendas se encuentran en locales protegidos a la vista de los transeúntes y se prohíbe la entrada a menores de edad para evitar las visitas morbosas.
“Aquí viene todo tipo de gente, no creas, desde señoras encopetadas hasta novios atrevidos… todos vienen buscando variedad en sus vidas y pues aquí les damos consejos porque hasta psicólogo se vuelve uno”, relata Marco mientras ríe.
Aunque en la década pasada la llegada de las sex shop a México causó furor y opiniones encontradas, ahora la sociedad las ve como algo normal, claro, sin entrar en aperturas como en otros países.
Muchas de las críticas que aún existen es la presencia y venta de material pornográfico como películas y revistas, sin embargo, a decir de Marco la venta de éstos productos es completamente legal pues sólo se vende pornografía considerada como “suave” y otro tipo de pornografía como la “sado” o ilegales como la infantil, definitivamente no entran en el catálogo de las tiendas, asegura.
La línea de productos, como se mencionaba líneas arriba, es sorprendente pero más lo es los precios que alcanzan algunos de éstos productos, pues oscilan entre los 300 hasta los cuatro mil pesos, dependiendo del material y para lo que sean vendidos.
Cabe destacar que ni siquiera éstos productos han logrado salvarse de la piratería, pues hay muchas copias de los mismos que están hechos con materiales incluso peligrosos, como ciertos plásticos o con “rebabas que pueden llegar a dañar la piel”, explica Marco.
Así las cosas y curiosamente, los disfraces son los que han tenido más aceptación entre los potosinos, pues muchos a los que les gustan los “juegos de rol” pueden encontrar en las sex shop atuendos de superhéroes, policías, enfermeras, doctores, luchadores y sí, hasta disfraces de gorila (que según Marco se venden muy bien).
“Una cosa es segura –dice Marco- si compras una vez lo harás siempre porque te vas a divertir”.
Las sex shop, como tales, no son las únicas en ofrecer productos para la libido y el sexo lúdico, pues también, las llamadas boutiques de lencería ofrecen fantasías y productos para despertar la sensualidad.
Más viejas que las sex shop, las lencerías han sido parte fundamental del desarrollo de muchos países, pues en tiempos pasados fueron tiendas elitistas y de un mundo cuasi secreto femenino, sin embargo, más accesibles en la actualidad, sorprendentemente la mayor parte de la clientela de las lencerías se compone de hombre o parejas que buscan algo especial, muchos y muchas, atraídos también por fantasías inspiradas en películas y libros, como las 50 Sombras de Grey.
Sin embargo, no se trata de prendas únicamente una tienda de éste tipo, pues en ella se pueden encontrar también disfraces, plumas de ave, juguetes sexuales y aceites para masajes, entre muchas otras cosas.
“Si nos vestimos para comer, para ir a una fiesta ¿por qué no podemos vestirnos para el sexo?”, cuestiona Minerva Hidalgo, propietaria de Night Fashion Intimate Colection.
“En San Luis Potosí, las cosas han cambiado, pues recuerdo que cuando inicié mi negocio, las personas daban vueltas y vueltas frente a la tienda antes de decidirse a entrar, ahora las cosas son diferentes pues la tienda se ha convertido también en un lugar donde las parejas pueden encontrar un escape y una solución a sus problemas íntimos, problemas que desencadenan otra serie de conflictos como los monetarios y que muchas veces terminan en divorcios por una falta de comunicación entre las parejas”, señaló.
“Mi negocio en principio fue la venta de pura lencería, sin embargo una clienta de plano me pidió ayuda porque estaba a punto de suicidarse por la ausencia de una relación íntima en su matrimonio, por ello comencé a ofrecer también juguetes sexuales”, relata.
Minerva señala que muchas veces las mujeres son la del principal problema en una relación, pues muchas, por el hecho de estar “gorditas” pierden la sensualidad y el erotismo y los hombres se dan cuenta de inmediato de ello, sin embargo, una cosa no tiene que ver con la otra y se puede tener el cuerpo que sea y ser una persona erótica, indicó.
Por supuesto que es clara la diferencia entre una sex shop y una tienda de lencería pues mientras en las primeras los principales clientes son hombres, en este tipo de tiendas vienen mujeres, parejas y hombres, por supuesto, indica.
Para finalizar, Minerva consideró que lo esencial en una pareja es la comunicación, que uno le diga al otro lo que quiere, siente y espera de una relación íntima y tras ello, la comunicación será permanente en cualquier otro tema, lo que redunda en más unión y parejas felices y sí, por supuesto que se deben adquirir cosas para darle variedad a las relaciones, concluye mientras sonríe.