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Productos artesanales o genéricos van a la alza

Agencia | 12/01/2015 | 08:52

Bebidas y alimentos industrializados de marca, como los panes de Bimbo, las botanas de Sabritas o Barcel y los refrescos de Coca-Cola o de otras compañías, redujeron su presencia en los anaqueles de las tiendas de abarrotes y misceláneas. Fueron desplazados por productos genéricos y artesanales que, al costar menos, resurgieron desde el año pasado como alternativas de compra ante la cascada de aumentos desatada por la reforma fiscal, y se consolidaron como tendencia hasta la presente cuesta de enero, aseguró Cuauhtémoc Rivera, dirigente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).

“La gente se está enseñando a comprar diferente porque tiene menor capacidad de compra y trata de hacer rendir su dinero, de sacarle el máximo provecho comprando menos cantidad de lo que necesita y más barato. Es un deporte nacional. En lugar de refrescos compran aguas de sabor embotelladas y sin marca. Los polvos saborizantes y jarabes han tenido un repunte de ventas y desplazan a productos conocidos como Tang y Kool-Aid. La gente compra pan artesanal, del que se vende en canastas, en lugar de Bimbo, Marinela o Tía Rosa, o bien el llamado pan frío de estas marcas, o sea el que no está tan fresco y se vende más barato en locales especiales del Metro u otros lugares”, ejemplificó.

Son opciones que los abarroteros han incorporado a su mercancía para garantizar sus ventas que, dijo, han mantenido una “estabilidad a la baja” o están estancadas. Aseguró que todavía no se han observado aumentos de precios en estos productos que, aunque no son básicos son de consumo generalizado, pero previó que en las próximas semanas haya alzas a consecuencia del incremento de 1.9 por ciento en el precio de las gasolinas.

Esos productos artesanales o a granel representan también oportunidades de trabajo y sobrevivencia, más que de negocio, para miles de personas que se ocupan de preparar aguas saborizadas, botanas o pan en sus casas para vender en las calles y, si se puede, en negocios establecidos.

Rivera aclaró que tampoco significa que las grandes empresas del sector hayan dejado de surtir a los pequeños negocios del país o sus repartidores recojan la totalidad de la mercancía que les dejan porque no se vende, “pero sí dejan menos cantidad y variedad, porque hay menos rotación o circulación de los productos”.