Uñas sonrosadas y suaves: buena disposición, nutrición adecuada y salud en general.
Uñas rojizas: tendencia a la sobreexcitación. Hay que liberar emociones por medio del ejercicio u otra actividad creativa.
Uñas pálidas: baja vitalidad.
Uñas cortas: criticas consigo mismo, quisquillosas, impulsivas y curiosas; si tienen las uñas muy duras pueden ser de temperamento colérico.
Uñas pequeñas: intentan defenderse continuamente de los demás.
Uñas largas: introvertidas, de vida interior rica, tolerantes, no discuten y prefieren ser reservadas.
Uñas más anchas que largas: impacientes, críticas arrogantes, activas y comunicativas, aparentemente sumisas.
Uñas largas y angostas: pacientes, sensibles a la critica y acostumbran a tener falta de resistencia.
Uñas largas y anchas: muy activas y analíticas.
Uñas mordidas: irritabilidad, nerviosismo, ansiedad.
Uñas muy convexas: curvada hacia la yema del dedo, aparenta un encanto seductor, pero su carácter es impulsivo, e intolerante.
Uñas estrechas: astuta, calculadora, cauta y centrada en si misma.
Uñas con forma de almendra: naturaleza sensible, bondadosa y con un aire de buena suerte, son capaces de sacrificarse por los demás, elegante y propicia para una mano femenina.
Uñas cuadradas: practica, pasional, enérgica con facultades de dominio.
Uñas con forma de abanico: evitan las emociones desagradables para no cansarse, toleran mal los fracasos.
Uñas puntiagudas: conocimiento, inteligencia y distinción.
Uñas ovaladas: tendencia a la cólera en momentos de poca duración.
Uñas triangulares: temperamento susceptible que hay que tratar con mucho tacto.