¿Qué pasaría si de pronto tu pareja, con quien te identificas por compartir entre otras cosas el amor y la gordura, de pronto empieza a perder peso y comienza a preocuparse más por su aspecto físico y por su autoestima?
Ésta es la premisa de la que parte la realizadora mexicana Mariana Chenillo para darle forma a Paraíso, cinta que se estrena este jueves en la cartelera de nuestro país teniendo como protagonistas a Daniela Rincón, Andrés Almeida, Luis Gerardo Méndez, así como a Anabel Ferreira, y que fue producida por Gael García Bernal, Diego Luna y Pablo Cruz a través de Canana.
“Desde su concepción ésta es una película que está pensada para conectarse con los espectadores, para permitirles ponerse en el lugar de los protagonistas y vivir sus vidas por hora y media. Todo va muy encaminado en generar empatía y la posibilidad de que la gente vea cómo esos dos personajes que se reflejan el uno al otro, de pronto se pierden por un cambio físico.
“Paraíso es una película sobre el cambio, sobre el miedo que éste nos da y como a veces tienes que salir de tu paraíso, de tu zona de confort, para enfrentarte a la vida misma”, expresó en entrevista Mariana Chenillo, realizadora que debutó hace seis años con la comedia Cinco días sin Nora.
Para poder darle forma a este proyecto que se estrenará bajo el cobijo de Videocine, la realizadora se vio en la necesidad de buscar a unos protagonistas que pudieran generar cierta empatía en la pantalla a pesar de su peso.
Luego de un arduo casting se decidió por Daniela Rincón, quien debutó como actriz con este largometraje, así como por Andrés Almeida, a quien muchos ubican por el personaje de Botarga en Los Héroes del Norte.
Daniela Rincón comentó que asistió al casting luego de ver un anuncio que solicitaba actrices gorditas. Después de pasar varios filtros, fue elegida por la directora para darle forma a Carmen, una chica originaria de Satélite que ve afectado su estilo de vida cuando a su marido le ofrecen un nuevo trabajo y se ven en la necesidad de mudarse a la Ciudad de México.
“Lo que yo quisiera que se leyera en la película es que la gordura de los personajes es una circunstancia y que en realidad el resto de lo que ellos viven, como el descubrir qué les apasiona, hacia dónde quieren ir o el auto descubrimiento, es lo que hace importante a esta historia. ¿Alguna experiencia personal? Mi esposo es muy delgado y al principio de nuestra relación, más que por nosotros mismos, había un ojo externo que nos señalaba y nos decía que como pareja no encajábamos. Existe la idea de que los gordos van con los gordos y los flacos son para los flacos. No generalizo, pero mucha gente preguntaban que por qué él no era gordo”, acotó Daniela Rincón.
Por su parte, Andrés Almeida contó que para poder aparentar un sobrepeso se tuvo que someter cerca de tres horas a sesiones de maquillaje para obtener el aspecto requerido según la historia. El departamento encargado de tal labor le tenía que poner prostéticos en la cara para engrosar sus facciones y hacerle ver hinchado de la cara.
“Al principio sí eran tres horas, pues se tenían que afinar los tonos (sic) y ya después le bajaron a dos horas. La primera vez que me vi sí me saqué de onda, pero ya ahora que me veo (en el póster) me digo: no estoy tan mal de gordito”, expresó entre risas Almeida, para luego rematar con una reflexión con respecto a lo que para él podría ser el mensaje de la cinta.
“Creo que esta película habla de que el amor es más fuerte que todo lo demás y no sólo el amor de pareja, sino el amor propio.”