Ha salido a colación este personaje a
quien también se le vincula con la organización Desarrollo Humano Integral A.C. y el Movimiento México Unido contra la Delincuencia, en razón de un spot televisivo con el que se busca
relacionar a Andrés Manuel López Obrador
con Adolfo Hitler, Benito Musolini, Augusto Pinochet y Victoriano
Huerta, aduciendo que, como estos, López
Obrador ha acudido a la toma del Congreso, “olvidando” que, en efecto,
todos ellos lo hicieron en el ejercicio del poder y que, además, los dos
primeros, llegaron al poder por vía democrática, lo que, a juicio de muchos, no
puede decirse precisamente de Felipe
Calderón.
Los personajes señalados en el spot de Velasco Arzac, además, no sólo tomaron los congresos, sino que los
disolvieron apuntalados por el ejército, cosa que, hasta donde sabemos no ha
ocurrido en este 2008.
Ha sido Velasco Arzac identificado también como uno de los personajes de la
cúpula económica nacional que apuntalaron la campaña presidencial de Felipe Calderón Hinojosa con
estrategias de publicidad negativa
hacia el entonces candidato a vencer: López
Obrador, al que se llegó a describir como
“Un peligro para México”.
Más recientemente, antes de que el spot fuera conocido, Guillermo Velasco Arzac tomó
acercamiento con el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, para manifestarle su apoyo y hasta para felicitarlo
por aquel discurso en el que califica a los estudiantes universitarios
mexicanos muertos en una acción transfronteriza del ejército colombiano en el
Ecuador, como delincuentes.
Jenofonte no reparó
en que frente al agresivo discurso de Uribe,
Felipe Calderón sólo atinó a
manifestarle que “hay que esperar el resultado de las investigaciones” antes de
descalificar a nadie. O tal vez sí reparó en esta tibia respuesta.
Como sea, el spot –que algunos “analistas” han tratado de hacer pasar como
legítimo producto de una lucha política, en donde todo se vale--, llegó al
menos unos minutos tarde. Esto porque Acción Nacional ya había flexibilizado su
postura respecto del eventual debate en el entorno de la reforma petrolera.
Es probable que el spot hubiera podido cancelarse para no
entorpecer la negociación política, sin embargo este no se canceló y no fue así
tan sólo para cumplir con el ofrecimiento de una primicia al noticiero estrella
de Televisa, sin medir las
consecuencias o restándole toda su importancia.
Velasco Arzac argumenta
su derecho como ciudadano a opinar con libertad al respecto del tema generado
por la toma de las tribunas del Senado y la Cámara de Diputados, deduciendo que
esta acción fue generada, instruida,
ordenada, por López Obrador, ya
instalado como un dictador, pero como un dictador sui géneris que no ha tomado
el poder ejecutivo, simplemente porque no se le da la gana. Un dictador sui
géneris que prefiere entretener sus ocios tomando tribunas legislativas.
Finalmente el spot velascoarzaquista llegó para motivar al IFE a retomar el caso
de aquellos otros spots de 2006,
emitidos también por ciudadanos “responsables” y respetuosos de la ley y de la
democracia, como Velasco Arzac.
Otros spots que no le corresponde analizar al IFE, pero sí al Congreso de la Unión, andan por allí, como el del tesoro en fondo del mar y aquel que ya pronto comenzará a difundirse en la televisión referidos a los bonos ciudadanos petroleros.