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SSP fusiona a PFP y AFI

MÉXICO, D.F.
El Universal | 04/04/2008 |


La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) concluyó el rediseño de la Policía Federal, que articula a la Agencia Federal de Investigación (AFI) y a la Policía Federal Preventiva (PFP) en una corporación compuesta por seis divisiones especializadas, con un esquema de operación basado en la inteligencia policial, tarea para la que construyó también un edificio inteligente.

La nueva policía contará con estado de fuerza de 30 mil elementos, distribuidos las divisiones de Inteligencia Policial; Antidrogas; Delitos Federales; Seguridad Regional; Servicios Judiciales y Ministeriales, y Fuerzas Federales.

Al frente de esas áreas han sido designados, principalmente, funcionarios jóvenes, la mayoría formados en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), como el propio titular de la SSP, Genaro García Luna, y entre los que destaca una mujer.

Maribel Cervantes Guerrero una licenciada en Ciencias de la Comunicación con Maestría en Administración Militar para la Seguridad y Defensa Nacionales, de 36 años, es la coordinadora de la división de Inteligencia de la Policía Federal, responsable, entre otros temas, del sistema Interpol y de la Policía Cibernética.

Esta mujer cuenta un triple blindaje anticorrupción, pues ha sido sometida a los exámenes de control de confianza del Cisen, la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y el de la de la propia Policía Federal.

Víctor Gerardo Garay Cadena, ex director de intercepción de la AFI, será el coordinador de la División Antidrogas.

Tanto Garay Cadena como Cervantes Guerrero tienen 15 años de experiencia en tareas de seguridad nacional. Él tiene triple certificación de control de confianza: por la Procuraduría General de la República, la DEA y la Policía Federal.

El personal operativo de la Policía Federal cuenta con doble certificación de control de confianza.

Las divisiones de Delitos Federales, Seguridad Regional, Servicios Judiciales y Ministeriales y Fuerzas Federales completan el esquema.

El titular de la primera es Eduardo Pequeño García, de 41 años, originario de Nuevo León, quien de 1998 a 2007 ocupó diversos cargos en el Cisen y en 2007 se integró a la Policía Federal, en tareas de inteligencia y combate al narcotráfico.

Édgar Millán Gómez, abogado de 42 años originario del Distrito Federal, también formado en el Cisen, es el coordinador de Seguridad Regional, que tiene a su cargo la vigilancia de carreteras y el resguardo de aeropuertos. Millán ingresó a la AFI en 2001 como director de Secuestros, y en 2006 fue designado director general de Despliegue Regional.

Francisco Javier Gómez Meza, de 50 años, abogado michoacano, está al frente de la coordinación de Mandamientos Ministeriales y Judiciales, encargada de cumplir órdenes de localización, presentación y aprehensión y del traslado de reos.

El general de brigada Rodolfo Cruz López, de 64 años, originario de Orizaba, Veracruz, y egresado del Heroico Colegio Militar, es el coordinador de las Fuerzas Federales, área responsable de la seguridad de las instalaciones estratégicas y de operativos de seguridad pública.

El rediseño de la Policía Federal anunciado hace 18 meses, articula operativamente las funciones de prevención, investigación y combate al delito de la PFP y la AFI, pero administrativamente esta última sigue aún adscrita a la PGR.

Un nuevo modelo de policía

El modelo perfilado en diciembre del 2006 por García Luna sufrió algunos cambios en estos meses; uno de ellos el nombre, que pasó de Cuerpo Federal de Policía a Policía Federal. Otro fue el aumento de personal.

En 18 meses la corporación pasó de 20 mil 182 elementos a 30 mil 214, de los cuales 80.5% pertenecen a la PFP y cinco mil 893 a la AFI, de acuerdo con el documento “Policía Federal”, fechado el 30 de marzo, que detalla el Nuevo Modelo Institucional de la Policía Federal y define sus principios básicos.

Estos son la estrategia de prevención y combate al delito basada en inteligencia policial y el nuevo perfil de policía.

El primero plantea un cambio en el esquema de operación, que “se fundamenta en el ciclo básico de inteligencia”, y en “sistemas y procedimientos de investigación criminal”.
Para prevenir la corrupción y las posibles fugas de información, ésta es segmentada “de acuerdo con las funciones y responsabilidades de cada área”, creando “tramos de control, líneas de responsabilidad y coordinación, sostiene el documento.

Sobre el nuevo perfil de policía, en el último año la SSP convocó a egresados universitarios o con estudios truncos de licenciatura a sumarse a la corporación con la meta de captar ocho mil aspirantes. Los reclutados fueron 8 mil 600, de los cuales mil 20 ya causaron alta.

También se fijaron controles más estrictos para ingreso, permanencia y ascenso, se creó el Centro Nacional de Control de Confianza, que podrá certificar más de 100 mil policías por año; y se establecieron el Servicio Civil de Carrera Policial y la Academia Superior de Seguridad Pública.

Dos ámbitos de operación

El rediseño de la Policía Federal delimitó dos ámbitos de operación: el sector central, con las divisiones de Inteligencia Policial, Antidrogas y Delitos Federales, y el Despliegue Territorial, con las de Seguridad Regional (antigua Policía Federal de Caminos), de Servicios Judiciales y Ministeriales y de Fuerzas Federales.

Seguridad Regional se reorganizó a partir de un despliegue territorial que consiste en 34 estaciones regionales de policía, reforzadas con Unidades Modelo de Investigación Policial (UMIP), para generar inteligencia operativa en el combate al crimen.

Tiene además 112 comisarías de sector en municipios densamente poblados, 62 comisarías de destacamento para atender zonas rurales y 31 centros operativos tácticos o unidades móviles para la prevención del delito.