El fenómeno del
lopezobradorismo congregó millones de personas en la Plaza de la
Constitución, antes de la campaña política, durante el proceso de desafuero, en
la campaña política y después de la campaña política, cuando el IFE declaró
ganador al panista Felipe de Jesús
Calderón Hinojosa.
En el entorno de este político se ha generado una
controversia permanente; se le ha criticado, se le ha denostado, se le ha
sujeto a un corralito informativo, como antes, en la cumbre de la popularidad
se le ofrecieron todos los medios y todos los espacios, con excepción de unos
cuantos.
López
Obrador ha sobrevivido al escándalo y a la vergüenza, como la que
se significó que su ex secretario de Finanzas, Gustavo Ponce fuera sorprendido en Las Vegas apostando dinero a manos llenas y aquella, de mayor
impacto mediático con la que se sorprendió a René Juvenal Bejarano Martínez llenándose las bolsas con billetes
del empresario argentino Carlos Ahumada
Kurtz. Sobrevivió también a la
traición de algunos de sus correligionarios como el senador Jesús Ortega o la diputada federal Ruth Zavaleta, sólo para señalar las
más recientes.
Ahora este hombre, instalado como presidente legítimo (tal
es el título que le obsequiaron sus seguidores) convoca a la movilización
nacional para la defensa del petróleo. Seguramente de esta convocatoria
dependerá, ahora sí, su futuro político, al menos en el contexto de las
instituciones a las que alguna vez mandó al
diablo.
Para este efecto, ayer estuvo aquí una de sus más fieles
seguidoras: la activista política, actriz y productora de teatro Jesusa Rodríguez, quien como integrante
y promotora de la Comisión Nacional de Defensa del Petróleo configuró en San
Luis la Comisión Estatal Coordinadora para tal efecto y que quedó integrada por
el representante de López Obrador, Pedro Zenteno Santaella, los dirigentes
del PRD, Miguel Ángel Campillo; PT, Tito Rodríguez y Convergencia, Miguel Ángel Cuadra Palafox; por los
abogados Eduardo Martínez Benavente
y Gonzalo Andrade Reyes, así como
por el ambientalista Sergio Serrano
Soriano y el ex banquero potosino
Armando Arreguín Rodríguez.