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Retorna la Reina Roja a Palenque

EL UNIVERSAL | 26/06/2012 | 19:35

La osamenta de la soberana maya la Reina Roja regresa a la zona arqueológica de Palenque, Chiapas, luego de que los especialistas concluyeron los estudios de antropología física que le fueron realizados a esos huesos durante 18 años en la ciudad de México.

La osamenta de la Reina Roja fue descubierta en 1994 dentro de un sarcófago monolítico y de acuerdo con los más recientes análisis, sus restos mortales podrían corresponder a la esposa del gobernante maya Pakal, y no a su madre, como se creyó.

Además esta pieza estaba junto con dos de sus acompañantes una mujer adulta y un niño con quien se presume fue enterrada en el año 672 d.C, destaca un comunicado del del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El nombre de la Reina Roja, provino de que la máscara de malaquita que cubría su calavera, estaba recubierta por una capa de cinabrio (mineral rojo) de tres centímetros de grosor.

El descubrimiento se hizo en el interior del Templo XIII de dicha la zona arqueológica chiapaneca, los esqueletos de la soberana maya y acompañantes (un niño y una mujer adulta), fueron trasladados al laboratorio del INAH, que se ubica en un anexo en el Claustro de Sor Juana y ahí el antropólogo físico Arturo Romano Pacheco los estudió por más de una década y media para confirmar su sexo, edad al fallecer, enfermedades padecidas y relaciones de parentesco con otros personajes descubiertos en el sitio prehispánico.

Luego de culminar el análisis de los huesos y la obtención de los resultados, que ya se han dado a conocer en diversas publicaciones y un documental, el INAH determinó su regreso a Palenque, conforme a la política de conservar en el sitio arqueológico todos los materiales descubiertos, a fin de que no se dispersen en otras colecciones o museos, informó el arqueólogo Emiliano Gallaga, director del Centro INAH-Chiapas.

El pasado 15 de junio, día en que se conmemoraron los 60 años del descubrimiento de la tumba de Pakal, la Reina Roja, llegó a Palenque, a las 23:00 horas, en cuatro cajas forradas por dentro con hule espuma inerte que se ahuecó con la forma de cada hueso, lo que permitió trasladarlos sin peligro de que se movieran durante el trayecto.

El director del Centro INAH-Tabasco informó que las cajas con los restos óseos se depositaron en las bodegas de resguardo de colecciones de la Zona Arqueológica de Palenque, en un espacio donde la humedad está controlada y la temperatura se mantiene estable, conforme a las indicaciones que dieron los antropólogos físicos que estudiaron y trataron los huesos para su conservación.

Los últimos estudios de antropología física determinaron que los restos mortales de la Reina Roja podrían corresponder a la esposa del gobernante maya Pakal II, y no a su madre, como se creyó durante los primeros años del descubrimiento de su tumba, en tanto que estudios de ADN confirmaron que no hubo parentesco entre ambos personajes.

Las características del cráneo de la Reina Roja son semejantes a las representaciones de la esposa de Pakal, que se han identificado en tableros del sitio prehispánico; además, la fecha de los huesos dieron una antigüedad de 672 d.C., mientras que las inscripciones en los monumentos de Palenque aluden al 13 de noviembre de 672, como dato de la muerte de Tz´ak-b´u Ajaw, cónyuge del soberano de Palenque.

Sobre los resultados de los estudios hechos a los acompañantes de la Reina Roja, ahora se sabe que uno corresponde a un niño de sexo masculino que vivía su tercera infancia al momento de morir (7-12 años de edad); y el otro a una mujer de entre 20 y 30 años; se pudo comprobar que ambos fueron sacrificados, de acuerdo con huellas registradas en los huesos de ambos individuos.

Especialistas del INAH en arqueología y conservación estudian si eventualmente podrían regresar los restos a su cámara funeraria, una vez que el lugar cumpla con las condiciones necesarias para la conservación de los huesos; por el momento, dijo, el Instituto realiza trabajos de mantenimiento en el Templo XIII, encaminados a contrarrestar la humedad excesiva causada por el ambiente.

También se realizan labores de conservación en el Templo de las Inscripciones, donde además se efectúa el monitoreo de las condiciones de temperatura y humedad en que permanece el sarcófago de Pakal; y en el Templo XX, donde en 1999 se localizó otra tumba a la que solo se ha podido acceder a través de una microcámara de video, debido a su intrincada ubicación.