En la tabla de Primera División, Cruz Azul calificó como segundo lugar. En la tabla general del torneo Sub-17, el equipo clasificó como segundo lugar.
En ambos, el apellido Meza destaca, pues en los dos, son los Meza quien los dirigen.
Los Meza están en Liguilla y van por el objetivo: darle una estrella a su amado Cruz Azul.
“Enrique [hijo] -dice el padre-, es un enamorado del futbol, vive para él y ha tenido grandes maestros. No lo digo por mí, sino por la gente como Raúl Arias, Víctor Vucetich, técnicos que le han dejado mucho aprendizaje”, confiesa el “Ojitos”, orgulloso del trabajo de su vástago.
Enrique junior, técnico de la Sub-17, toma la palabra. ”En mi primer torneo [el amistoso Copa Independencia] llegamos a la final. Ahora quedamos entre los primeros cuatro”.
El papá habla orgulloso de que su hijo, “no sólo es bueno en su trabajo, sino como sus hermanos es un gran ser humano. Pero eso se lo debo a mi esposa, quien supo educar a los hijos, mientras uno trabajaba”.
El hijo, no niega lo aprendido del padre. “También absorbí bastante de gente como Vucetich, Raúl Arias, Luis Fernando Tena, (Enrique) López Zarza y hasta de compañeros de equipo como Alex Aguinaga y Zague”.
Fue a estudiar a Inglaterra, Francia, Barcelona y Africa. “Trabajé en la selección de Camerún gracias a Thomas N’kono [ex portero del Espanyol de Barcelona]”.
Si en algo quiere parecerse a su papá, es “en el trato al jugador. Todos son iguales, ya sean suplentes o titulares. Pero hay que hablarles fuerte a todos, sin distinciones, claro, pero sin perder el trato amable”.
- ¿A poco tu papá se enoja?
“A veces se pasa. Se enoja y se vuelve loco, pero nunca falta al respeto Es fuerte cuando debe ser, nadie se da cuenta. Como hijo la sufrí.
Sonríe y recuerda: “Cuando mi hermano y yo nos peleábamos, nos tocaba a los dos; hasta como técnico me llamaba la atención, no importaba que fuera su hijo. En una ocasión, en Toluca, al terminar el entrenamiento me fui a sentar, en vez de hacer disparos. Él sólo me veía, no decía nada. Después de un rato me paré a tirar, pero estaba frío y me lastimé. Me regañó muy fuerte, hasta me hizo llorar frente a todos. Hasta mis compañeros hablaron con él. Mi papá es muy duro, ... pero le debo todo. Con regaños, con fracasos, como los que tuve cuando era futbolista, se aprende”.
Meza padre ya labró su camino y es todo un triunfador. Meza hijo apenas comienza, y espera algún día ganar muchos títulos por su cuenta. Mientras, comparten equipos, no categoría pero sí lugar en la tabla.
Y es que son Meza; están en la Liguilla y quieren el título.