La intolerancia a la lactosa se presenta en una proporción variable de la población mundial, dependiendo de la raza y zona geográfica en donde radican las personas.
Ya desde la época de galeno se conocía que la leche podía inducir diarrea. En 1958 Durand describió que la intolerancia a la lactosa se asociaba con diarrea crónica en los lactantes. Se sabe que en las personas de raza blanca pueden tener intolerancia a la lactosa en un 30% y las personas de raza asiática pueden tener hasta un 70% de intolerancia a la lactosa.
La lactosa es un azúcar presente en la leche de los mamíferos. Está presente en la leche materna y en la leche de vaca, chiva, burra, etc., esta molécula es una disacárido, es decir es una molécula de azúcar compuesto por glucosa y galactosa que requiere de un proceso de hidrolisis por una enzima denominada lactasa para que estos 2 azucares llamados monosacáridos puedan ser absorbidos por las vellosidades intestinales. Si uno de los padres o los 2 padres tienen intolerancia a la lactosa el riesgo que sus descendientes presenten intolerancia a la lactosa es más elevado.
En los niños recién nacidos todos sus sistemas son inmaduros, lo mismo que el sistema digestivo y algunos bebés no pueden producir suficiente lactasa para romper el enlace de los disacáridos en 2 monosacáridos y esto ocasiona formación de gas que va a distender las asas intestinales provocando dolor, llanto, cólico vómito y evacuaciones explosivas y disminuidas de consistencia.
Las mamás notan que al alimentar a su bebe con seno materno o alguna fórmula para recién nacidos, el niño come con hambre pero se oye mucho ruido en su estomago y en sus intestinos cuando el bebe toma la leche, el bebe se queja y tiene llanto, la mamá dice que al niño le truenan sus intestinos, esto por la distensión abdominal y como tiene dolor deja de comer, pero al quedar con hambre vuelva a llorar por hambre y nuevamente al tomar alimento llora porque tiene dolor y se establece un círculo vicioso. Además como la evacuación es muy acida, con frecuencia el bebe presenta rozaduras en el área del pañal.
Cuando tenemos una intolerancia a la lactosa en el recién nacido, ésta usualmente es transitoria y es por los primeros 6 meses de edad, después de esa edad el sistema digestivo del niño madura y empieza a producir lactasa y el paciente puede consumir productos lácteos sin dificultad aproximadamente un 5 a 7 % de estos niños quedan con intolerancia permanente a la lactosa, es decir, van a tener problemas al consumir leche y sus derivados ( queso, crema, yogurt, nieve de leche, etc.).
El diagnóstico se establece al suprimir la lactosa de la dieta y haber mejoría y al volver a introducir lactosa a la dieta se presentan los síntomas nuevamente.
Se puede hacer medición del pH y de los azucares reductores en las heces del bebe, se puede hacer biopsia de intestino, pero lo mas rápido es dar una formula libre de lactosa como leche deslactosada para niños de 0 a 6 meses, que hay varias opciones en el mercado, o una leche de soya, que es un vegetal y no tiene lactosa, sin embargo en ocasiones los recién nacidos pueden llegar a presentar alergia a proteína de leche de vaca o alergia a la proteína de la soya o tener intolerancia a la lactosa, mas enfermedad por reflujo esofagogásstrico. También es frecuente que estos pacientitos presenten dermatitis atópica, dermatitis seborreica, congestión nasal, etc.
Así que lo más adecuado es que si su recién nacido presenta llanto intenso después de tomar su leche, distensión abdominal, borborigmos, cólico, evacuaciones con mucho ruido (gases, flatulencias) y llora con frecuencia porque sigue teniendo hambre, es posible que presente intolerancia a la lactosa y es conveniente que su pediatra lo valore para el diagnóstico de certeza y el tratamiento especifico.