Viernes 2 de Mayo de 2025 | Aguascalientes.
locales

Una carta a Benito Juárez

David Martínez | 29/06/2011 |

En este mes de junio, ya a punto de concluir, se cumplieron 144 años del fusilamiento del “Emperador de México”, Maximiliano de Habsburgo , así como de Miramón y Mejía.  La historia de México señala que existieron muchas voces  tanto en nuestro país como en el exterior que pedían el perdón del gobierno mexicano  encabezado por el indígena zapoteca Benito Juárez García, para el hombre que llegó del extranjero a gobernar nuestro país  bajo el sistema monárquico,  impulsado por las ambiciones de Napoleón III, sobrino de Napoleón Bonaparte.

Desde luego y como ya es sabido, en defensa de la soberanía de la nación el legítimo Presidente de México, Benito Juárez -quien se encontraba en San Luis Potosí debido a las circunstancias generadas por la invasión francesa- le negó el perdón a Maximiliano.

El Licenciado, Ernesto Báez Lozano, conocido por muchos profesionistas y sociedad en general como un ilustre maestro de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y quien falleciera en un mes de junio del 2006,  relató en una ocasión una anécdota de la historia y desconocida por los mexicanos, particularmente por los potosinos, y relacionada con los días previos al fusilamiento del hermano de Francisco José I, Emperador de Austria y quien –como referencia- se casó con la princesa Isabel a la que todo el mundo conoce por su sobrenombre de Sissi, princesa de Baviera y que fuera interpretada en el séptimo arte, es decir el cine, en la película: “Sissi” (1955).

Báez Lozano compartió que Benito Juárez, estando en el Palacio de Gobierno de aquí de San Luis Potosí  y que es el mismo inmueble que hoy en día sigue siendo  la sede del poder ejecutivo, recibió una carta en el que le solicitaban que reconsiderara la sentencia dictada a Maximiliano. El remitente de esa carta fue uno de los grandes de la literatura universal, un dramaturgo, un poeta lírico e intelectual francés llamado Víctor Hugo, el autor de “Les miserables” (Los miserables).

En consecuencia, aunque hayan sido unos cuántos días, San Luis Potosí no solamente existió para la monarquía europea y otros artistas renombrados como el compositor de música clásica, Franz Liszt;  sino también para Víctor Hugo, quien  en defensa de Maximiliano de Habsburgo escribió con su puño y letra el nombre de esta ciudad: “San Luis Potosí”, como el destino a donde tenía que llegar su carta dirigida al Presidente, Benito Juárez.

A diferencia de la gente de grandes ciudades de la república mexicana como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, pensamos que la ciudad en la que vivimos no existe para el mundo o siempre fue un lugar ignorado. Al contrario, en el caso de San Luis Potosí existen anécdotas como la de la carta de Víctor Hugo, las hay en la cinematografía, en el mundo de la ópera, de la historia; hay muchos cosas que si las conociéramos nos daríamos cuenta de que San Luis Potosí no  ha sido una ciudad  ignorada y no solamente por  circunstancias diversas sino también por el talento de su gente, de las mujeres y hombres nacidos en esta céntrica entidad de la república mexicana.