columnas

13 propósitos

Imágenes desde el zócalo.

1) La revisión del T-MEC y el contexto geopolítico, definen un momento en el que México tiene la enorme oportunidad de afinar todas las ventajas competitivas que el país representa para Norteamérica. El “nearshoring”, con una visión de “complementariedad” a los esfuerzos realizados en Estados Unidos y Canadá, puede convertirse en la punta de lanza para incrementar la productividad regional, en ámbitos como el sector manufacturero (especialmente electrónico, automotriz, pero también en el textil y de calzado); los sectores aeroespacial, farmacéutico, de dispositivos médicos e incluso semiconductores deben ser punta de lanza para el desarrollo regional. 
 
2) En la redefinición de la dinámica multipolar, México debe impulsar un enfoque de “seguridad nacional hemisférica”, con la finalidad de influir de manera decisiva en la consolidación del bloque más potente del mundo. Debe profundizarse en el entrelazamiento constructivo de los tres países integrantes del T-MEC, con una visión mucho más amplia y de mayor plazo, que incluya los ámbitos energético, tecnológico, logístico, laboral y medio ambiental.
 
3) La población del país, es el principal activo estratégico. México actualmente se encuentra en su pico de bono demográfico. La creación de empleos debe aprovechar la situación de que la población en edad de trabajar, aún es mayor que la población dependiente. En el contexto de competencia global prevaleciente, la gran proporción de jóvenes y adultos en edad productiva, debe sumarse como una palanca para un mayor crecimiento y desarrollo hemisférico. 
 
4) Es fundamental priorizar la incorporación de todos los segmentos sociales a la interconectividad tecnológica. La inclusión es impostergable. A manera de ejemplo, la penetración de los servicios financieros mediante las “fintech” debe cerrar la brecha que hoy permite que el 23% de la población no tenga acceso a servicios financieros. 
 
5) A la mayor penetración económico-financiera, debe añadirse una visión mucho más integral de participación social y corresponsabilidad. La tecnología es una herramienta para renovar los esquemas democráticos prevalecientes. Una mayor participación popular, debe significar un redimensionamiento de la relación entre gobierno y gobernados, para eficientar la provisión de bienes y servicios públicos, el combate a la corrupción, la rendición de cuentas y la salvaguarda de los derechos fundamentales (libertad, igualdad, seguridad jurídica, propiedad) -de hombres y mujeres- en todos los ámbitos de la vida cotidiana. 
 
6) Impulsar y difundir una nueva narrativa nacional, que conduzca a alejarnos de la polarización imperante. Por encima de los conflictos entre grupos, colores, partidos e ideologías, sobreponer el interés superior de cancelar en su totalidad, la violencia y la inseguridad imperantes, combatir la ansiedad, priorizar la salud mental de nuestro pueblo y #SanarAMéxico.
 
7) Promover el diálogo y la conversación en torno a las causas de los males que nos aquejan (desigualdad, agandalle, etc.), sin victimismo, con la finalidad de hacernos responsables de resolverlos, entender, perdonar, aprender y no repetir los mismos errores. 
 
8) Crear una nueva cultura colectiva, basada en la abundancia y no en la escasez. La libertad económica empresarial, la planeación y la disciplina en el trabajo, deben ser la base para promover la innovación, la competitividad y la transformación social. Será indispensable incentivar el ordenamiento patrimonial y optimizar la normatividad que incremente exponencialmente la generación de riqueza. 
 
9) Adaptar en cada organización, una narrativa que haga sinergia con el proyecto nacional. A partir de los principios de inteligencia emocional y seguridad social, garantizar un esquema de convivencia que incremente y ecualice el bienestar de los 60 millones de seres humanos, que conforman las cinco millones de unidades económicas del país. 
 
10) Consolidar una nueva consciencia colectiva que amplíe la visión de bienestar social, mediante el compromiso organizacional irrenunciable, a favor de la alimentación, la capacitación y la salud de todos los habitantes del país. 
 
11) Construir los mejores lugares del mundo, para que cada niño y niña mexicanos, vivan en plenitud. Movilizar a todos los segmentos de la población, sin distingos de color de piel, nivel socioeconómico, género, para apuntalar esta visión de “sanación nacional” para el progreso.
 
12) Retomar la música, el arte, la cultura y los elementos más sublimes de nuestro entorno natural, para que, sin distingos, todos podamos encontrar la felicidad. 
 
13) Que nos identifiquemos cientos, miles (¿porqué no millones?) de líderes que compartamos este sueño, para imaginar con emoción desbordada y decidirnos a crear la bella realidad que tanto merecemos. 
 
¡Ha llegado la hora! ¡Feliz año nuevo!
 
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