La ciudad se expande sin una visión integral que priorice la calidad de vida de sus habitantes ni el equilibrio ambiental
San Luis Potosí, SLP.- El crecimiento urbano de San Luis Potosí se encuentra en una etapa crítica, la ciudad se expande sin una visión integral que priorice la calidad de vida de sus habitantes ni el equilibrio ambiental, advirtió David Eduardo Vázquez Salguero, presidente del Colegio de San Luis (Colsan).
El académico destacó que el verdadero problema de la capital no radica en la falta de espacio, sino en la ausencia de una planeación coherente que permita definir hacia dónde y cómo debe crecer la ciudad: “No se trata de cuántos fraccionamientos caben, sino de cómo queremos que se viva en ellos”, apuntó.
Vázquez Salguero señaló que San Luis Potosí necesita una reorganización profunda de su estructura urbana, desde la planeación de vialidades y zonas habitacionales hasta la ubicación estratégica de las fuentes de empleo y los mecanismos de movilidad que conecten a la población con ellas: “La ciudad ha crecido a través de decisiones aisladas, sin un proyecto común que articule vivienda, trabajo, transporte y medio ambiente”, advirtió.
El presidente del Colsan enfatizó que también es urgente establecer políticas de sustentabilidad urbana, especialmente en lo referente a la recarga de mantos freáticos y el aprovechamiento responsable del agua, un recurso cada vez más escaso y presionado por la expansión inmobiliaria.
Asimismo, consideró fundamental actualizar la normativa de construcción y uso de suelo, con reglas claras sobre el tamaño y la densidad de las viviendas. Estas disposiciones, dijo, deben garantizar condiciones adecuadas de habitabilidad y evitar que los nuevos desarrollos se conviertan en espacios de hacinamiento o de difícil acceso a servicios básicos.
De acuerdo con el especialista, San Luis Potosí enfrenta el desafío de decidir qué tipo de ciudad quiere ser en los próximos años: una urbe que crece sin rumbo, impulsada solo por el mercado inmobiliario, o una ciudad que apuesta por un desarrollo equilibrado, sostenible y humano.
“Estamos en un punto donde las decisiones de hoy marcarán la forma en que vivirán las próximas generaciones. Es momento de planificar con visión de futuro”, concluyó.