El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, rechazó una vez más, la negociación bajo “intimidación” con Estados Unidos sobre el programa nuclear iraní, el cual descartó que haya sido destruido en la guerra de junio, como asegura el presidente estadounidense, Donald Trump.
“Él (Trump) dice que es una persona dispuesta a negociar, pero cuando una negociación viene acompañada de intimidación y su resultado está decidido de antemano, eso no es una negociación, sino una imposición y un acto de fuerza”, afirmó Jameneí en un encuentro con deportistas y científicos campeones en diversas competiciones y olimpiadas, según informó su oficina.
La máxima autoridad religiosa y política de Irán aseveró que “la nación iraní jamás aceptará la imposición”, en una aparente referencia a las demandas de EE.UU. de cero enriquecimiento de uranio en el país persa y a la limitación del programa misilístico de Teherán.
Jameneí también rechazó las afirmaciones de Trump sobre haber destruido el programa nuclear iraní con sus ataques del 22 de junio contra tres instalaciones atómicas, en medio de la guerra de 12 días en la que el país persa enfrentó a Israel.
“No importa, sigan soñando con eso”, indicó con sarcasmo el líder supremo iraní.
Días antes de la restauración de las sanciones de la ONU contra Teherán, el 28 de septiembre, el jefe de Estado iraní había asegurado que en la actual situación negociar con Estados Unidos no aporta beneficios al país persa.
Sin embargo, el mandatario estadounidense dijo una vez más el lunes pasado ante el Parlamento israelí que quiere alcanzar un acuerdo de paz con Irán y que está listo para hacerlo cuando los iraníes lo estén.
El Ministerio de Exteriores de Irán denunció un día después que el llamado a la paz de Trump contradice sus acciones:
“El deseo de paz y diálogo expresado por el presidente estadounidense se contradice con el comportamiento hostil y criminal de Estados Unidos hacia el pueblo iraní”, indicó el ministerio.
Irán y EE.?UU. mantuvieron cinco rondas de negociaciones nucleares entre abril y junio, cuando Israel lanzó una guerra contra el país persa, atacando instalaciones militares, atómicas y civiles, que causaron más de 1.000 muertos, a lo que Teherán respondió con lanzamientos de misiles y drones, provocando unos 30 muertos en territorio israelí.
EE.UU. se involucró en el conflicto con bombardeos contra las tres principales plantas nucleares de Irán, dos días antes de la entrada en vigor del alto el fuego, el 24 de junio, lo que Teherán tachó de “traición a la diplomacia” y en represalia, atacó una base aérea en Catar, donde están desplegadas tropas estadounidenses.