San Luis Potosí, S.L.P.- No fue un día cualquiera para el policía primero Alejandro Monreal Torres, a quien todos conocen con cariño como “Caspi”. Al sonar el inicio de su último turno, lo acompañaba la nostalgia de tres décadas de servicio.
Había llegado el momento de cerrar un ciclo lleno de sacrificios, aprendizajes y la satisfacción de haber cumplido con honor su vocación: proteger a San Luis Potosí.
El pasado 2 de septiembre, “Caspi” vivió una despedida inolvidable, sus compañeros lo esperaban a la entrada de la comandancia con música, abrazos y aplausos.
Allí estaban también sus hijas e hijos, quienes con gran emoción levantaron una lona llena de recuerdos, fotografías que contaban la historia de un joven que decidió portar el uniforme y que hoy deja huella imborrable en la corporación.
“Treinta años se dicen fácil, pero nadie imagina lo que significa: las jornadas, los sacrificios y también el orgullo de servir con amor a nuestro Estado”, compartieron sus compañeros.
La Guardia Civil Estatal agradeció su tiempo, dedicación, empatía y compromiso de Alejandro Monreal Torres quien no solo cumplió con su deber, también supo inspirar con su ejemplo de entereza y responsabilidad a quienes hoy continúan la labor de velar por la seguridad de las y los potosinos.
De parte de la Guardia Civil Estatal dijeron ¡Gracias, Caspi, por estos 30 años de entrega! Tu legado se queda con nosotros y con toda la ciudadanía que confió en tu servicio.