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Alertan a jóvenes sobre 'skincare' innecesario

Los consumidores de productos cosméticos y dermocosméticos son cada vez más jóvenes y, como consecuencia, pueden caer en elaboradas e innecesarias rutinas de belleza, que más bien se vuelven contraproducentes para su piel, considera la dermatóloga pediatra Brenda Tello.
 
 "En la consulta se han incrementado los casos de irritación por cosméticos, y hay problemas alérgicos o reacciones de dermatitis por el exceso de productos", detalla.
 
 Algunas de esas rutinas son impulsadas a través de redes sociales.
 
 "Hace poco empezaron muchos videos de niñas y preadolescentes poniéndose productos que no son aptos a su edad", alerta la especialista en relación a activos como los retinoides y el ácido glicólico que interrumpen el equilibrio natural, pues, a esa edad, no necesitan de mayor retención de agua o renovación celular.
 
 "A veces los adolescentes compran sueros de venta libre a concentraciones muy altas, que son casi para usarlos sólo en el consultorio (...) Los retinoides están reservados para personas de un promedio como de 25 años en adelante; a menos que tengan acné, cuando se puede usar desde la pubertad, pero bajo supervisión".
 
 Por ende, algunos químicos presentes en productos de cuidado personal provocan una pubertad precoz.
 
 "El exceso de cosméticos, según su calidad, podría tener ciertas sustancias químicas que se vuelven disruptores endocrinos, es decir, una sustancia que puede actuar como si fuera un hormona y adelantar el desarrollo en niñas (de 8 o 9 años)", indica.
 
 La doctora considera que una vez que se incursione en el maquillaje, hay que inculcar el hábito de desmaquillarse.
 
 En una rutina facial, dice, "menos es más": debe limpiarse el rostro dos veces al día, hidratarse (con una crema que no deje brillo y de textura ligera), usar bloqueador (para piel sensible, uno mineral; y, para piel grasa, libre de aceite) y, sólo si un médico lo pide, algún activo especial. Ello, acompañado de buena alimentación y descanso.
 
 Otra clave es evitar productos que no especifiquen de qué están hechos. Entre los ingredientes más "nobles" para pieles jóvenes están las ceramidas que son hidratantes, ciertos antioxidantes como la vitamina E; e incluso hay cremas para niños con ácido hialurónico tópico a bajas cantidades.
 
 Finalmente, para los casos de acné, sugiere elegir los productos con la leyenda "no comedogénico", formulados para evitar la producción de sebo y no obstruir los poros. Además, los parches contra los barros protegen y desinflaman.
 
Y para adultos...
 Para las personas adultas hay cada vez más alternativas para disminuir los signos de envejecimiento del rostro, como las arrugas o líneas de expresión. Al respecto, el dermatólogo Javier Ruiz explica que cerca de los 25 años baja la producción de proteínas como la elastina y el colágeno, que fomentan la elasticidad y la resistencia.
 
 Por ejemplo, los inyectables cambiaron en dos décadas: antes, se colocaba pómulo para lucir una piel más estirada, y aumentaba el volumen porque eran técnicas de relleno, explica. Actualmente, han ganado popularidad los láseres, radiofrecuencia y opciones que estimulan la creación de proteínas, logrando un tensado sin quirófano.
 
 "Ahora, lo más vanguardista son técnicas de bioestimulación, en las cuales, al inyectar moléculas al organismo, se absorben y transforman en colágeno", dice, "y la tecnología HIFU es el ultrasonido focalizado, que induce una energía de calor que atraviesa todas las capas de la piel, hasta llegar al músculo".
 
 "Por medio del calor, lo que hacemos es desnaturalizar las proteínas que se encuentran en mal estado, ya que el colágeno va perdiendo su eficacia en el transcurso de la vida. Es como una liga que se destensa y, para reafirmar, necesitamos calentar y moldear", describe.
 
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